En la región montañosa central del estado de Veracruz, la congregación de Paxtepec, perteneciente al municipio de Coacoatzintla y cercana al Pueblo Mágico de Naolinco, se transforma cada año en un escenario de intenso color y tradición.
A medida que se acercan las celebraciones del Día de Muertos, las tierras de este lugar se tiñen de amarillo-anaranjado. Este color brillante, intenso y cálido, es característico de la majestuosa flor de veinte pétalos, conocida como cempasúchil y el girasol que con su asombrosa belleza le da el toque especial a este jardín.

Se trata del símbolo central de los altares de muertos, pues se cree que su aroma y color guían el camino de las almas de los difuntos de regreso a casa.
Los productores locales aprovechan esta temporada no solo para la venta, sino también para crear una experiencia turística y única en el jardín Xanat Ninin, en donde por cuarto año abren las puertas a los visitantes para que disfruten de la magia de este sitio.
Para realizar la visita, las familias de Paxtepec y comunidades aledañas como San Pablo Coapan, instalaron catrinas monumentales entre los sembradíos, creando un contraste impresionante y perfecto para la fotografía.
Quienes visitan y caminan por este inigualable campo, afirman que esta actividad no sólo coadyuva en la preservación de las tradiciones, sino que se llevan una experiencia inigualable.

La vista panorámica de estos campos bajo el cielo azul de otoño es espectacular. Además se vuelve una oportunidad para reactivar la economía de la región.

"Yo creo que la derrama económica es para todo el pueblo, porque todos nos beneficiamos de esto, de este proyecto", expuso el organizador Juan Pérez.
También se complementa con el disfrute de la gastronomía regional, como el pan de leña, tamales, dulce de calabaza, y el singular champurrado de flor de cempasúchil.