Autoridades de Florida informaron la detención de casi 230 migrantes durante un operativo llamado Operation Dirtbag (Operación basura), realizado en los últimos diez días.
Entre los arrestados hay personas originarias de Cuba, Venezuela y Ucrania, varios de ellos señalados como "criminales sexuales" y "depredadores de menores".
De acuerdo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el saldo de la operación incluye 54 "depredadores sexuales", 164 "criminales sexuales", dos asesinos sentenciados, un condenado por narcotráfico y otros ocho "delincuentes atroces".
El operativo se centró en ubicar a personas con antecedentes graves, como violación, agresión sexual a menores, intento de homicidio o explotación infantil.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que entre los detenidos se encuentran al menos cuatro cubanos, un venezolano y un ucraniano, todos involucrados en delitos sexuales contra menores de edad. Las autoridades estadounidenses no revelaron la nacionalidad del resto de los aprehendidos, aunque recalcaron que la mayoría cuenta con antecedentes criminales previos.

Madison Sheahan, subdirectora del ICE, destacó en conferencia de prensa que Florida lidera a nivel nacional los acuerdos 287(g), que permiten a policías locales trabajar en conjunto con agentes migratorios para detener a personas en situación irregular. "Gracias al liderazgo del gobernador Ron DeSantis, hemos logrado establecer un modelo que puede ser ejemplo para el resto del país", señaló.
En los últimos años, Florida se ha convertido en uno de los estados más estrictos con respecto a la política migratoria. Actualmente existen 335 acuerdos de colaboración con el ICE y centros de detención como Alligator Alcatraz y Operation Depot, especializados en mantener bajo custodia a migrantes con antecedentes delictivos.
El pasado 26 de septiembre, la Patrulla de Carreteras de Florida realizó otro operativo que resultó en la detención de más de 350 inmigrantes en tan solo cuatro días. El vicegobernador, Jay Collins, afirmó que el objetivo del estado es alcanzar la detención de al menos 1.1 millones de personas indocumentadas, como parte de la estrategia migratoria impulsada por el presidente Donald Trump.
Según datos del Departamento de Seguridad Nacional, el Gobierno de Estados Unidos ha deportado cerca de 400 mil migrantes en los primeros 250 días de la segunda Administración Trump. La meta, según el propio organismo, es alcanzar 600,000 expulsiones al cierre del primer año de gestión, cumpliendo así la promesa de realizar la "mayor deportación de la historia".
Este tipo de operativos, aunque aplaudidos por algunos sectores políticos, han sido criticados por organizaciones defensoras de los derechos humanos, quienes advierten que las detenciones masivas pueden afectar también a personas sin antecedentes graves, especialmente migrantes en busca de asilo o con familias establecidas en Estados Unidos.