El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, anunció que esta semana sostendrá una llamada con Brooke Rollins, secretaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, para hablar sobre las exportaciones de ganado y la campaña contra el gusano barrenador.
El encuentro forma parte de las acciones que ambos países están coordinando para frenar esta plaga que amenaza al sector ganadero.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que las mesas técnicas de ambos gobiernos ya llegaron a acuerdos importantes y adelantó que se instalará una planta de producción de moscas estériles, una estrategia que evita la reproducción del insecto que produce la larva responsable del gusano barrenador. Esta medida es parte clave del plan binacional de contención.
Desde el 11 de mayo, Estados Unidos suspendió por 15 días la importación de ganado vivo, bisontes y caballos provenientes de México, debido a la propagación del gusano barrenador. El cierre concluye este lunes, y las autoridades mexicanas esperan que los avances logrados en este periodo permitan retomar pronto el comercio.
La Sader ha afirmado que está haciendo todo lo "materialmente posible" para controlar la plaga y preservar el estatus sanitario del país, que había logrado erradicar al gusano barrenador desde 1991. Sin embargo, el reciente brote pone en riesgo este logro y podría traer consecuencias económicas graves.
De acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario, la suspensión de exportaciones podría causar pérdidas por 11.4 millones de dólares diarios, lo que representa un fuerte golpe para el sector ganadero nacional. Esta cifra refleja la urgencia de resolver el problema con rapidez y eficacia.
El gusano barrenador es una larva de mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales. Una vez dentro, las larvas se alimentan del tejido vivo, provocando graves lesiones y, en muchos casos, la muerte del animal si no se atiende a tiempo. Su presencia también representa un riesgo para la salud pública.
El jueves pasado, ganaderos del sur del país alertaron que cada mes ingresan sin control sanitario unas 100 mil cabezas de ganado por los más de 692 kilómetros de frontera con Guatemala. Esta situación complica el combate contra la plaga y exige mayor vigilancia en las zonas limítrofes.
A esto se suman los recientes casos de miasis en humanos confirmados en Chiapas. Las autoridades estatales informaron el domingo que ya suman cuatro contagios desde el 18 de abril, lo que pone en evidencia que la amenaza no solo afecta al ganado, sino también a la población.