Las autoridades francesas detuvieron a un hombre identificado como Abdoulaye N, de 39 años, señalado como uno de los principales sospechosos del espectacular robo de joyas en el Museo del Louvre, ocurrido el pasado 19 de octubre.
El caso ha causado gran impacto en Francia no solo por el valor de las piezas robadas, estimadas en 88 millones de euros, sino también por la identidad del detenido: un guardia de seguridad del Centro Pompidou y figura conocida en redes sociales por su afición a las motocicletas.
Según reportes de medios franceses, el sospechoso fue arrestado en su casa en Aubervilliers, un suburbio al norte de París. La operación se realizó seis días después del robo, y las autoridades lo acusan de robo organizado y asociación delictuosa.
Este hecho ha despertado el interés público debido a que el detenido trabajaba en otro importante museo de la capital francesa y mostraba en redes una vida aparentemente normal, sin señales de involucramiento en delitos.
El tribunal de Bobigny, también ubicado al norte de París, decidió aplazar un juicio previo que enfrentaba el mismo sospechoso por daños a la propiedad pública, argumentando que el nivel de atención mediática hacía imposible celebrar una audiencia en condiciones adecuadas. Este retraso busca evitar influencias externas sobre su caso actual.

El abogado Maxime Cavaillé, defensor de Abdoulaye N, señaló que el equipo jurídico será "extremadamente cuidadoso" con la presunción de inocencia y con la protección de la privacidad de su cliente, subrayando que la magnitud del caso no debe afectar sus derechos.
Hasta el momento, cuatro personas se encuentran en prisión preventiva relacionadas con el robo. De acuerdo con las investigaciones, la banda habría planeado cuidadosamente el golpe, empleando un camión robado con una escalera extensible y un montacargas para acceder al primer piso de la galería Apolo, donde estaban las joyas expuestas.
Los reportes indican que dos miembros del grupo rompieron una ventana sin protección y dos vitrinas, mientras los otros dos los esperaban en motocicletas para facilitar la huida. El operativo fue rápido y preciso, lo que sugiere una coordinación profesional y un conocimiento detallado del edificio.
El robo ha sido comparado por medios locales con escenas de películas de acción, por la audacia del plan y el alto valor del botín. Las autoridades francesas continúan investigando la red detrás del crimen, pues creen que podría haber más implicados y que las joyas ya fueron sacadas del país.
El Museo del Louvre, considerado el más visitado del mundo, no ha ofrecido declaraciones oficiales sobre el avance del caso, pero reforzó sus medidas de seguridad y cerró temporalmente la galería donde ocurrió el robo. La policía espera recuperar pronto las piezas sustraídas, aunque expertos temen que muchas ya hayan sido revendidas en el mercado negro del arte.