Pese al daño ambiental que ocasiona, la tala clandestina sigue siendo una actividad recurrente en áreas naturales protegidas de Veracruz que permanecen indefensas.
"Cuando hay tala de los árboles naturalmente afecta, sobre todo a que los mantos acuíferos puedan disminuir", reconoce al respecto Delfino Ortega Martínez, alcalde de Perote, uno de los municipios más afectados por esta problemática.
Diversas regiones de la entidad veracruzana son acechadas por taladores que, ante la falta de medidas preventivas y de combate, cortan árboles de forma desmedida.
Ante ello, desde el Congreso de la Unión existe una propuesta con la que se busca erradicar esta práctica.
El objetivo principal es endurecer las penas de cárcel, pues ese sería uno de los principales factores por los que el delito se comete con total impunidad.
"Vamos a hacer una iniciativa de ley para aumentar las penas por tala ilegal (...) Nosotros queremos subir de 10 a 20 años", aseguró el diputado federal del Partido del Trabajo, Adrián González Naveda.
Entre 2019 y 2023, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) atendió 129 denuncias por tala ilegal en distintas regiones de la entidad.
Aunque los propios habitantes de las zonas afectadas han presenciado una actividad inusitada que no es reportada ante el temor a represalias.
"Una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos es que, cuando ven que hay una intervención en flagrancia con algún talador ilegal, el talador, a la semana o a las dos semanas, lo ven en territorio; no se va a la cárcel", agregó el diputado federal petista.