Los homicidios de once políticos, una periodista y una maestra jubilada estremecieron a Veracruz a lo largo del 2025.
El primer caso fue el de Manuel Andrei Gamboa, quien se desempeñaba como director de Gobernación en el municipio de Camerino Z. Mercado.
El funcionario fue atacado a balazos cuando viajaba a bordo de una camioneta oficial.

Un mes después, el 7 de febrero, el aspirante del Partido Verde a la presidencia municipal de Paso del Macho, Carlos Rensés, fue asesinado junto con su hermano, luego de haber sido reportados como desaparecidos.

Germán Anuar Valencia, candidato de la coalición Morena-Partido Verde a la alcaldía de Coxquihui, fue asesinado en un ataque directo contra su casa de campaña.
El hecho, ocurrido el 29 de abril, dejó a otras seis personas lesionadas, entre ellas un bebé de 10 meses.

El 11 de mayo, Yesenia Lara Gutiérrez fue asesinada durante una caravana de motocicletas y taxis que recorría las calles de Texistepec en su apoyo.
Además de la candidata morenista, otras cinco personas murieron en el lugar.

Nueve días después, la violencia alcanzó a la periodista Avisack Douglas, luego de un ataque armado contra la casa de campaña de Xóchitl Tress, candidata de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Juan Rodríguez Clara.

Luego de cuatro días privada de la libertad, la maestra jubilada Irma Hernández Cruz fue hallada sin vida en Álamo Temapache.
Su muerte, atribuida por el gobierno a un infarto, se confirmó el 23 de julio y causó indignación por su vínculo con la delincuencia y el cobro de piso.

Otro ataque con armas de fuego cobró la vida de la ex candidata del Partido del Trabajo (PT) a la presidencia municipal de Yanga, Jessica Flor Luna.
Jessica, de 35 años, fue atacada el 6 de octubre en el municipio de Atoyac.

El asesinato de Juan Carlos Mezhua Campos causó estragos en la Sierra de Zongolica, el 23 de noviembre.
Al expresidente municipal perredista le arrebataron la vida justo cuando lideraba un movimiento independiente en el Estado.
El ataque ocurrió en la comunidad de Piedras Blancas, donde tenía un rancho.

A estas muertes violentas se suman los casos de Bladimir García, Martes Bárbaro Hernández, Ramón Valencia, Ignacio Pablo Sánchez, Lauro Becerra.
La mayoría son casos que se mantienen impunes y de los que se han detenido a muy pocos responsables.
