La muerte de Nikita, un joven de 22 años con parálisis cerebral, ha provocado conmoción en la región de Carelia, Rusia donde vecinos, amigos y voluntarios reclaman justicia ante un caso marcado por la violencia, la negligencia y la falta de contención institucional previa
El responsable, un adolescente de 15 años, fue detenido después de que las autoridades confirmaran que golpeó brutalmente a Nikita dentro de un departamento en Belomorsk.
La víctima, debido a su condición de salud, no pudo defenderse. El agresor grabó parte de los ataques y se burló de él mientras lo golpeaba.

En el lugar también se encontraba su madre, quien, en evidente estado de ebriedad, no detuvo la agresión e incluso la alentó, preocupándose únicamente por "quién limpiaría la sangre"
Un crimen que pudo prevenirse
El joven agresor -identificado como Vyacheslav para proteger su identidad por ser menor de edad- ya había sido registrado en varias ocasiones por las autoridades de menores y pasó tiempo en un centro de detención temporal.
Pese a ello, seguía viviendo en un entorno familiar marcado por el alcohol y la violencia.
La hermana de Nikita señaló a la prensa local que el adolescente "eligió a la víctima más indefensa", negando categóricamente la versión de que Nikita lo hubiera provocado.

"Su familia es conocida desde hace años por problemas con las autoridades. No muestran remordimiento. A la madre solo le importa beber", comentó
El último adiós y el acompañamiento comunitario
Nikita fue despedido por sus familiares, amigos y decenas de habitantes de Belomorsk, quienes se movilizaron para ofrecer apoyo económico a su madre.
Para muchos en la localidad, el joven era conocido por su bondad: asistía a un centro de rehabilitación, ayudaba en casa y convivía con sus amigos sin negar ayuda a nadie.
"Lo recordaremos por su sonrisa y por lo generoso que era", compartió su familia
La investigación sigue abierta
Las autoridades abrieron un caso penal contra el adolescente por intento de asesinato, aunque la reclasificación de los cargos tras la muerte de Nikita aún está bajo revisión.
La investigación continúa y solo cuando concluya se definirá la acusación formal ante el tribunal. En caso de recibir el cargo más grave, el agresor podría enfrentar hasta 15 años de prisión.

Mientras tanto, familiares y voluntarios esperan que también se impulse un proceso contra la madre del menor, a quien consideran corresponsable por omisión