El estrés laboral se ha convertido en un problema de salud pública preocupante en México.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, esta condición afecta a una gran parte de la población trabajadora y tiene un impacto significativo en la salud, la productividad y el bienestar general de los individuos.
México es uno de los países con las jornadas laborales más largas. La combinación de largas horas de trabajo, la sobrecarga de responsabilidades, la falta de control sobre las tareas, y un ambiente de trabajo poco favorable son factores que contribuyen al estrés crónico y podría generar consecuencias graves en la salud.
"Es una tendencia que tenemos en crecimiento desde hace muchos años, generalmente los estudios que hace la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se ha determinado que tenemos una afectación de tres de cada 10 trabajadores y actualmente estamos entre 7 y 8 por ciento", expuso Edgar Albarrán Santamaría, docente de la Escuela Profesional de Psicología.
Datos de la Organización Mundial de la Salud, indican que el país ocupa el primer lugar a nivel internacional en estrés laboral.
Especialistas, indican que las consecuencias del estrés laboral van más allá del simple cansancio. A nivel físico, puede manifestarse en dolores de cabeza, problemas digestivos, trastornos del sueño, sistema inmunológico debilitado, ansiedad, depresión, irritabilidad, hipertensión, insomnio y trastornos musculares y el "síndrome de agotamiento profesional", por lo que las empresas deben crear acciones que disminuya esta problematica.
"Si desgastamos nuestros recursos más complicado será o más caro será para la empresa el hecho de tener que recuperar un nuevo trabajador, capacitación, nuevas implicaciones, el aprendizaje", indicó Edgar Albarrán Santamaría, docente de la Escuela Profesional de Psicología.
Esta condición genera un alto costo para las empresas y el país, en donde se registra un mayor ausentismo, baja productividad, aumento en la rotación de personal y mayores gastos en servicios de salud.
Para combatir este problema, el gobierno mexicano implementó la Norma Oficial Mexicana, la cual entró en vigor en 2019; sin embargo no se han tenido los resultados esperados, pues los empleados siguen demostrando síntomas de este padecimiento y está disposición no cuenta con una medición idónea.
"Desafortunadamente la norma 035 no tiene instrumentos validados, eso quiere decir que no sabemos que están midiendo, eso es el principio y el segundo paso que tiene la norma es que no mide absolutamente nada en cuanto a la salud", señaló Juana Patlán Pérez, Académica en la Facultad de Psicología, UNAM.
El estrés laboral es complejo, pero con una mayor conciencia, políticas públicas adecuadas y un compromiso por parte de las empresas y los empleados, es posible construir entornos de trabajo más saludables y productivos en México.