La falta del esquema de vacunación completo, puede ser un paso para contraer enfermedades graves como el Sarampión, Rubéola, Meningitis, Neumococo, Tétanos, Difteria, Tosferina o Poliomielitis, Hepatitis B, entre otras, que pueden ser discapacitantes y mortales, sobre todo en menores de edad.
Organizaciones internacionales, señalan que la desinformación sobre las vacunas ha impedido que los infantes reciban las vacunas de rutina. La consecuencia es que, cada año, unos 25 millones de niños y niñas en el mundo no reciben las dosis que pueden salvar sus vidas, lo cual los pone en riesgo de contraer enfermedades devastadoras.
Especialistas señalan que una de las principales causas por lo que la población decide no vacunarse e incluso tampoco a sus hijos, es la falta de confianza.
Otro de los argumentos de las personas, es que las vacunas interfieren con sus creencias religiosas, cuyos seguidores dependen en gran medida de la oración en lugar de la medicina, dónde influye la desinformación.
El último reporte de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) estima que en México sólo 51.2% de los hogares con niños y niñas entre 0 y 4 años de edad pudieron acreditar el estado de vacunación del menor.
A la falta de credibilidad, se le agrega el desabasto de las dosis en los hospitales públicos, situación que médicos consideran es grave e incluso mortal.
El esquema de vacunación completo para la primera infancia, contempla ocho vacunas aplicadas en 22 dosis. Mientras que 6 de esas 8, deben aplicarse antes de cumplir un año de edad, es decir, el 75%.