Este fin de semana, Ucrania y Rusia protagonizaron momentos de tensión y también de acercamiento.
Mientras se reportaban ataques aéreos y bombardeos en distintas regiones rusas y ucranianas, ambos países llegaron a un acuerdo importante: intercambiarán a todos los prisioneros de guerra que estén heridos o enfermos de gravedad, así como a soldados de entre 18 y 25 años.
El anuncio fue hecho por el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, tras una reunión celebrada este lunes 2 de junio en Estambul. Además del intercambio de prisioneros, también se pactó devolver los restos de 6,000 soldados caídos en combate de cada bando.
Durante la reunión, la delegación ucraniana entregó una lista de niños que, según Kiev, fueron deportados por Rusia desde zonas ocupadas. Ucrania considera que su regreso es clave para avanzar hacia la paz. "La devolución de al menos la mitad sería una señal positiva", dijo Umérov.
Mientras tanto, el conflicto no se detuvo. Rusia confirmó este domingo que varios drones ucranianos impactaron aeródromos militares en las regiones de Múrmansk e Irkutsk, ubicadas a más de 3,000 y 6,000 kilómetros de Kiev, respectivamente. Se reportaron incendios en aviones y daños importantes, especialmente en la base de Irkutsk, en Siberia, lo que marca el primer ataque de este tipo en esa zona.
El Servicio de Seguridad de Ucrania aseguró que la operación, llamada Telaraña, logró afectar a más de 40 aviones rusos. Algunos blogueros militares en Rusia confirmaron la destrucción de bombarderos estratégicos y calcularon pérdidas por hasta 2,000 millones de dólares. En redes sociales circularon videos que muestran columnas de humo y a militares intentando derribar drones con rifles.
El ataque no solo pulverizó los aviones clave, sino que demostró que las defensas aéreas de Putin son un colador.
Ucrania operó dentro de territorio ruso, a miles de kilómetros de la frontera, sin perder UN SOLO AGENTE. pic.twitter.com/bdAuwB6CkC
Por su parte, las Fuerzas Armadas de Ucrania denunciaron un ataque ruso con misiles contra una unidad de entrenamiento militar en la región de Dnipropetrovsk. Doce soldados murieron y más de 60 resultaron heridos. Aunque se activó la alerta de ataque aéreo y la mayoría del personal estaba en refugios, las autoridades ucranianas anunciaron una investigación para esclarecer lo ocurrido.
A pesar del intercambio acordado, la guerra sigue activa en distintas regiones. Los ataques alcanzan cada vez zonas más lejanas del frente de batalla, y tanto Ucrania como Rusia siguen sumando víctimas en una guerra que, a más de dos años de haber iniciado, aún no muestra señales de terminar.