Ante la presencia creciente de calzado proveniente de otros estados, artesanos zapateros de Naolinco exhortaron a la población a preferir los productos locales y reconocer el valor del oficio tradicional que ha dado identidad a este municipio veracruzano.
Javier Ismael Hernández Rivera, zapatero y comerciante, comentó que en las calles Miguel Lerdo y Nicolás Bravo operan cerca de 30 talleres familiares dedicados a la elaboración artesanal de botas, botines, huaraches y cinturones.
El productor explicó que el calzado hecho en estos talleres se distingue por su durabilidad y por el uso exclusivo de piel genuina.
Añadió que los materiales exóticos como piel de lagarto, avestruz o pitón provienen de criaderos legales y que cada artículo es único, al igual que los cinturones decorados manualmente.
Hernández Rivera insistió en que el objetivo de los zapateros locales es atraer nuevamente al turismo y a los consumidores de la región hacia los talleres donde se conserva la tradición.