Apagones condenan a habitantes del sur a vivir con plantas de luz

Zacatecas, Zac. Desde personas cuya vida depende de un respirador eléctrico, hasta familias que necesitan mantener medicamentos y alimentos bajo estricta refrigeración, los constantes apagones en el norte del estado se han convertido en un problema de salud y seguridad, denunciaron presidentes municipales de la región.

El alcalde de Sombrerete, Ramiro Hinojosa Luévano, señaló que la problemática no es exclusiva de su municipio, sino que también afecta a Miguel Auza, Francisco R. Murguía, Chalchihuites, Juan Aldama, Río Grande y Saín Alto. De acuerdo con el edil, los cortes de energía se presentan desde hace más de tres años y en ocasiones los dejan sin luz hasta por ocho días consecutivos.

Tras sostener una reunión con el gerente de la división Bajío de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se informó que la causa radica en que toda la región depende de una sola línea de abastecimiento que va desde Saltillo hasta Río Grande. Esa línea, detalló, suele presentar sobrecargas, lo que no solo afecta a los hogares, sino también al suministro de agua potable, pues los pozos quedan inactivos.

 "Las opciones son que la Federación garantice un mantenimiento constante o bien que se gestione la construcción de una nueva línea de transmisión que atienda a estos municipios", expuso Hinojosa Luévano.

El edil aclaró que no corresponde a los gobiernos municipales financiar dicha obra, sino que debe ser la Federación, a través de la secretaría de Energía, quien asuma la responsabilidad. Como ejemplo del impacto social de esta situación, mencionó el caso de Manuel Solís, un hombre de 80 años que depende de un respirador eléctrico para vivir.

Debido a los apagones que lo dejaron hasta diez días sin energía, su familia se vio obligada a adquirir una planta de luz para garantizarle oxígeno.