Zacatecas, Zac. La problemática de la violencia en Zacatecas continúa y sus efectos secundarios como el desplazamiento forzado, principalmente en comunidades serranas, sigue presente. Ya que en municipios como Jerez, Valparaíso y Fresnillo, su regreso ha sido paulatino y con mucha precaución.
Los pocos pobladores que han tomado la decisión de regresar, para recuperar sus viviendas y trabajar el campo, ya han comenzado a realizar eventos sociales. Los más señalados son los coleaderos, los cuales ofrecen momentos de distracción ante la incertidumbre que aún se percibe.
Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la Diócesis de Zacatecas señaló que los servicios eucarísticos se han solicitado cada vez más, principalmente para fiestas patronales, aniversarios luctuosos y quince años.
Señaló que la misma población es quien hace la solicitud para estos eventos, ya que les informan cuando es propicio para acudir y cuando no, aunado a que las zonas fronterizas con el estado de Durango y Nayarit, son zonas que aún se encuentran desoladas y en presentan un riesgo.
"De nuestra parte como iglesia, tratamos de seguir visitando a las comunidades con todas las precauciones posibles, pero hay comunidades que la misma gente dice, no vengan en este momento, porque hay problemas, la misma gente nos cuida. Nos dice cuando podemos ir y nos dice cuando vale más esperar y eso es muy variable de parroquia a parroquia, de municipio a municipio y es muy variable porque son muchos los grupos delictivos, los que dominan en una región, los que dominan en otra región" Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la Diócesis de Zacatecas