Crece atención por bulimia y anorexia en el estado

• Trastornos alimenticios van al alza
• Afectan principalmente a jóvenes

Zacatecas, Zac.- En Zacatecas, los trastornos alimenticios muestran una tendencia creciente que preocupa a autoridades y especialistas en salud mental. En lo que va del año se han atendido 51 casos de bulimia, anorexia y vigorexia, cifra que supera los registros de los tres años anteriores: 39 casos en 2024, 22 en 2023 y 30 en 2022.

La bulimia es actualmente el trastorno más frecuente en el estado. Este cuadro se caracteriza por episodios de ingesta excesiva de alimentos seguidos de conductas compensatorias, como el vómito inducido.

La mayor parte de los casos se presenta en mujeres jóvenes, particularmente entre los 12 y los 25 años. Estimaciones académicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas calculan que alrededor del 5% de la población joven podría padecer algún trastorno alimenticio, lo que equivaldría a unas 9 mil 200 personas en Zacatecas. 

"Se dice que por cada 10 mujeres tenemos un hombre con un trastorno, estos trastornos tienen que ver con una cuestión heredada, bioquímica e incluso hormonal, hay gente que ha vivido algún trauma", explicó Griselda Tronocoso Galicia, jefa del departamento de salud mental de la Secretaría de Salud de Zacatecas.

La mayoría de los pacientes no solicita atención oportuna. Especialistas señalan que una persona con estas condiciones puede tardar hasta ocho años en buscar diagnóstico y tratamiento, debido principalmente al estigma.

En lo que va del año, 16 hombres y 35 mujeres han sido diagnosticados con alguno de estos trastornos en servicios de salud pública. Entre los factores que influyen en el incremento destacan la presión estética impulsada por redes sociales.

"Las causas es una exigencia muy grande tanto familiar como social de establecer una estética en el cuerpo y un rechazo al propio cuerpo, debido a una educación rígida y estándares de belleza", detalló el psicólogo Osvaldo Álvarez Crespo.

Estos trastornos suelen estar asociados a problemas de ansiedad, depresión o una percepción distorsionada del cuerpo, además de que pueden generar daños físicos como anemia, alteraciones digestivas, afectaciones dentales y trastornos del sueño.

Los especialistas advierten que estos padecimientos son solo la manifestación visible de problemáticas emocionales más profundas y subrayan la importancia de una atención multidisciplinaria que combine tratamiento médico y acompañamiento psicológico. También destacan la necesidad de fortalecer la prevención, reducir el estigma y promover entornos que favorezcan la aceptación corporal y el bienestar emocional.