Zacatecas, Zac.- A pesar de las propuestas de inversión, los cruces ferroviarios en Zacatecas siguen siendo puntos de alto riesgo. Una combinación de infraestructura de seguridad deficiente y la imprudencia de los automovilistas que no respetan la señalética, perpetúa la ocurrencia de accidentes y mantiene un peligro constante para la población.
Un recorrido por la zona conurbada evidencia la falta de equipamiento. De siete cruces ferroviarios clave en Guadalupe y la capital, solo uno cuenta con pluma de seguridad para detener el paso de vehículos. El cruce en Ojo de Agua incluso carece de semáforo y, aunque todos tienen señales de alto, en muchos casos se encuentran vandalizadas o no funcionan, dejando la prevención a merced del conductor.
Desde Protección Civil del estado, Omar Chavira señala que el principal problema es el factor humano. "La diferencia aquí es que se omite respetar la señalética y en ocasiones la ciudadanía cruza o bien el vehículo quiere ganarle al tren". Esta es una decisión mortal, considerando que un ferrocarril necesita entre 1.5 y 2 kilómetros para hacer un alto total.
La historia reciente está marcada por la tragedia. Entre 2020 y 2023 se registraron al menos 20 descarrilamientos en el estado. Entre los eventos más graves se encuentran un choque frontal en Fresnillo que costó la vida a dos maquinistas en 2023 y un descarrilamiento masivo en la capital que dañó una escuela y viviendas. El riesgo persiste: tan solo en la capital se reportaron 4 incidentes en 2024 y 6 más en lo que va de 2025.
La responsabilidad sobre la infraestructura es un tema complejo. "Aunque sean territorio municipal, recordemos que son vías federales", apunta Miguel Varela, alcalde de Zacatecas, señalando la limitación de los ayuntamientos para intervenir.
El problema va más allá de los cruces. Según la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), de los 671 kilómetros de vías férreas en Zacatecas, se estima que al menos el 40% necesita mantenimiento urgente para garantizar una operación segura.
La solución definitiva, sacar las vías de la mancha urbana, parece económicamente inalcanzable. El alcalde Varela estima que el costo real del proyecto sería de 30 a 40 mil millones de pesos. "Son proyectos muy costosos que a futuro el gobierno federal debería de implementar", comentó.
Aunque la empresa ferroviaria ha construido barreras de contención en puntos rojos, la responsabilidad se diluye entre diferentes niveles de gobierno, mientras la infraestructura deficiente y la imprudencia ciudadana siguen cobrando un alto precio en las vías del tren.