Zacatecas, Zac.- A simple vista, el aire de Zacatecas parece limpio, lejos de las nubes de esmog de las grandes urbes. Sin embargo, esta percepción oculta una realidad preocupante: la falta de una vigilancia y regulación efectivas permite que importantes fuentes de contaminación operen sin un control estricto, representando un riesgo silencioso y a largo plazo para la salud pública.
Si bien la calidad del aire local es mejor que en las grandes ciudades, el tipo de contaminante es diferente y preocupante.
Aunque la calidad del aire en Zacatecas a menudo se reporta como "Buena" o "Moderada", con un Índice de Calidad del Aire (AQI) que ronda los 36 a 51 puntos, enfrenta un desafío diferente al de las grandes metrópolis. Mientras ciudades como México y Monterrey luchan contra altos niveles de ozono con índices que superan los 115 puntos, el principal problema en Zacatecas es la contaminación por partículas PM2.5 y PM10, provenientes de polvo y hollín.
Aunque la situación de polución no es tan grave como ciudades grandes, se ha caído en un consumismo desmedido para el uso de automóviles:
María Escareño, ingeniera ambiental refiere: "Zacatecas no es un lugar dónde las distancias sean tan largas en ciertos lugares (...) luego de repente también hay personas que por la comodidad, aunque sean distancias cortas utilizan su coche, sí pienso que debería haber más un control vehicular, el hacer consciencia de utilizar más el camión."
Zacatecas cuenta con sólo una estación de monitoreo atmosférico semiautomatizada. A pesar de que realiza mediciones en tiempo real cada 5 minutos, su radio de alcance es de apenas 2 kilómetros. Además, se perdió un año completo de monitoreos debido a su reciente traslado desde el Congreso del Estado.
Pero, ¿qué tan confiable es esta medición? Tan sólo la capacidad del estado para vigilar su aire es extremadamente limitada, y a pesar de la quema de combustiblers fósiles, no hay reportes de afectaciones a la salud.
Irma Laura Hernández, directora de cambio climático y regulación ambiental comenta: "Nosotros tenemos una calidad de aire buena, muy buena, te puedo decir, no tenemos ni siquiera aún, ni sobrepasando ni cerca de los límites máximos permitidos (...) tenemos más industria turística pero no tenemos tanta industria de chimenea, pero ayuda muchísimo también la topografía y la geografía de nuestra ciudad."
Las principales fuentes de emisión en Zacatecas son la industria minera, las ladrilleras artesanales y el parque vehicular. En materia de vigilancia federal, la PROFEPA impuso en 2024 un total de 56 multas por más de 3 millones de pesos, siendo 7 de ellas para compañías mineras.
Expertos consideran que la parte normativa no está visibilizada, por lo que a pesar de que exista regulación ambiental, no se sigue como se debería.
María Escaereño también agrega: "Las industrias, las mineras, las ladrilleras, contaminan demasiado, hay muchas emisiones a la atmósfera y estas emisiones contienen dióxido de carbono, monóxido de carbono, ozono, metano, varios contaminantes, varios hidrocarburos que hacen que se contamine el aire y a su vez todo lo que nos rodea."
Con un sistema de monitoreo limitado y sin datos que vinculen la contaminación con la salud pública, el verdadero impacto del aire que respiran los zacatecanos sigue siendo un riesgo latente y no medido.