La instalación de nuevas tiendas pertenecientes a grandes cadenas comerciales en La Piedad representa una moneda al aire para los inversionistas. Por un lado, este municipio se distingue por su fuerte apego a las tradiciones y costumbres, y por otro, enfrenta el reto de ubicarse dentro de un estado que atraviesa altos niveles de inseguridad, lo que complica aún más la estabilidad de distintos sectores.
Pese a ello, el hecho de que continúe la apuesta de capital privado por el mercado piedadense es motivo de reconocimiento. Así lo señaló el titular de Promoción Económica, Noel Rincón Sánchez, quien destacó que lejos de verse como una desventaja, la llegada de este tipo de inversiones debe valorarse como una oportunidad de crecimiento y dinamismo económico.
Sin embargo, pequeños comerciantes locales expresaron su temor de verse desplazados o afectados en sus ventas, debido a la fortaleza con la que suelen posicionarse las franquicias nacionales. Ante ello, Rincón aseguró que muchas veces estas preocupaciones responden a que los propios negocios son conscientes de sus áreas de oportunidad, lo que debería motivarlos a transformarse y ofrecer un mejor servicio a la población.
Por su parte, el director de Mercados coincidió en que la competencia siempre resulta saludable y agregó que desde su área ya se generan estrategias para apoyar a los mercados menos visitados, con el objetivo de incrementar sus ventas y mantener la tradición comercial que caracteriza a La Piedad.
La clave quizás este en renovarse o morir; el comercio local tiene frente a sí un reto y una oportunidad.