En las ultimas semanas, el presidente Donald Trump junto a su equipo de legisladores han estado manejado la propuesta de cobrar un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes desde Estados Unidos, situación ante la cual la presidenta de México y los integrantes de la CONAGO han expresado estar completamente en contra, pues las remesas no son mercancía ni un lujo, si no un acto de amor y responsabilidad familiar que ayuda a mantener la economía en diferentes regiones.
Sumado a esto, tanto la presidenta como familiares de residentes en Estados Unidos ,manejan un mismo punto y es que de llevarse a cabo se cobraría una doble carga, porque las y los mexicanos que viven en ese país ya pagan impuestos, además de afectar de gran manera a los familiares de estas personas.
Según el centro de estudios migratorios latinoamericano, algunos de los estados que podrían verse mas afectados por esta decisión son Michoacán, Oaxaca, Zacatecas, Guerrero y Chiapas, donde las remesas representan de 10 a 14% del producto interior bruto, lo que obligaría a la gente a enviar remesas por vías alternas no tradicionales como los encomenderos o las criptomonedas, elevando los costos y el riesgo de estos envíos.
Ante este tema creciente, la CONAGO compartió un pronunciamiento firmado por los 32 gobernadores del país, reiterando que México siempre estará del lado de su gente migrante y no tolerara la discriminación, por lo que tomaran acciones en caso de que la propuesta siga creciendo.