Cambios drásticos en el clima podrían afectar al sector agrícola

Las condiciones climáticas extremas han representado un duro golpe para las y los trabajadores del campo en la región, quienes en los últimos años han tenido que enfrentar escenarios contrastantes que afectan directamente su producción y sustento, mientras que en el año 2023 la sequía prolongada limitó severamente la siembra y provocó pérdidas importantes en cultivos como el maíz, el sorgo y hortalizas, el 2024 trajo consigo un exceso de lluvias que, lejos de ser un alivio,  generaron nuevas complicaciones.

Ante los cambios climáticos, los suelos se perjudican, las plagas aumentan y las dificultades para acceder a las parcelas se incrementa, estas consecuencias afectan de manera negativa al sector, ya que muchos jornaleros se ven obligados a retrasar sus labores, e incluso a perder parte de su trabajo, lo que representa un duro golpe económico para familias que dependen completamente de la agricultura.

Si bien por ahora el hecho de que las lluvias llegaran antes de lo esperado no ha afectado el trabajo y desarrollo del campo, se necesitan tomar acciones para proteger la vulnerabilidad del campo ante los efectos del cambio climático y  fortalecer apoyos al sector agrícola, así como de impulsar medidas de prevención, infraestructura de captación y manejo de agua, y alternativas sostenibles que permitan a quienes trabajan la tierra seguir adelante pese a las adversidades.