Cuando el centro se vuelve un privilegio urbano
En Zamora, el acceso a la vivienda en renta se ha vuelto un tema de creciente preocupación. Ya sea en casas, departamentos o cuartos, los testimonios de quienes buscan dónde vivir y de quienes ofrecen sus espacios revelan una realidad compleja, marcada por contrastes y decisiones que van más allá del precio.
Un testimonio que habita en las periferias de la ciudad relata que encontró un cuarto con servicios básicos, excepto internet. Aunque la distancia a su trabajo es considerable, se traslada en motocicleta y considera que el espacio cumple con lo necesario. En su experiencia de vivir en otras ciudades, el tipo de renta que encontró le parece razonable.
Otro testimonio, con su hogar a 20 minutos de la zona centro, describe una vivienda sin mobiliario ni servicios incluidos, obtenida mediante contrato anual. A pesar de la calidad del espacio, la búsqueda fue difícil debido a la disparidad entre los sueldos y las rentas en zonas céntricas. "Las rentas son muy altas para los sueldos que se suelen ofrecer", señala.
Desde el lado de quienes rentan, las motivaciones varían. Hay personas que deciden ofrecer su casa al notar que está deshabitada y necesitan una entrada extra. La valuación se basa en la zona, los servicios y el mantenimiento. A veces prefieren no amueblar por experiencias previas con inquilinos que no cuidaron el mobiliario, lo que implicó gastos adicionales. a pesar del depósito de por medio. Existen otras que, en zona residencial, señalan que la demanda de personal foráneo ha modificado el perfil de los arrendatarios, privilegiando contratos cortos y precios elevados, lo que ha desplazado a familias locales hacia zonas periféricas.
Los testimonios coinciden en que, para muchas familias, encontrar vivienda en zonas céntricas es cada vez más difícil. La lejanía implica mayores gastos de transporte y menor acceso a servicios, pero se vuelve la única opción viable.
La situación actual en Zamora invita a reflexionar sobre el equilibrio entre oferta y demanda, y sobre cómo las dinámicas laborales y económicas influyen directamente en el derecho a habitar la ciudad. ¿Qué tipo de ciudad se construye cuando vivir cerca del centro se vuelve un privilegio? ¿Cómo garantizar que el acceso a la vivienda no se convierta en una carrera de obstáculos para quienes buscan estabilidad?
Más allá de los contratos y las cifras, el reto está en construir condiciones que permitan a todas las personas vivir con dignidad, cercanía y seguridad.