Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Hermano, una fecha dedicada a reconocer el valor emocional, social y simbólico de quienes comparten con nosotros vínculos de sangre o fraternidad elegida. La celebración coincide con el aniversario luctuoso de la Madre Teresa de Calcuta, cuyo legado de solidaridad inspiró esta jornada como un homenaje a los lazos familiares y al espíritu de acompañamiento.
En México, los hermanos forman parte esencial de la vida cotidiana. Desde la infancia hasta la adultez, representan apoyo, complicidad y memoria compartida. Esta relación va más allá del parentesco: también incluye a quienes elegimos como hermanos por afinidad, afecto o experiencias comunes.
El vínculo fraterno estimula valores como la empatía, la paciencia, el respeto y la lealtad. Además, fortalece redes afectivas que nos sostienen en momentos clave. Esta fecha también nos invita a reflexionar sobre el papel de la familia en la construcción de comunidades más solidarias y resilientes.
Porque detrás de cada abrazo, cada broma y cada discusión entre hermanos, hay historias, aprendizajes y afectos que merecen ser celebrados