Disminuye la demanda del rebozo y se debilita su producción artesanal en La Piedad
La tradición artesanal del rebozo, símbolo de identidad y herencia cultural mexicana, enfrenta una marcada disminución en su demanda, lo que ha impactado directamente en su producción, especialmente en regiones como La Piedad, donde esta labor ha sido por generaciones sustento de decenas de familias.
En la actualidad, cada vez son menos los artesanos que se dedican a la elaboración del rebozo. Los jóvenes no consideran este oficio como una opción viable para su futuro económico, pues lo ven como una actividad poco rentable. Esta percepción se relaciona, en parte, con la caída en la demanda del producto, derivada del encarecimiento del mismo. Al tratarse de una prenda artesanal que requiere tiempo, habilidad y materiales específicos, su precio se ha elevado por encima del alcance de muchos consumidores.
En La Piedad, los precios de los rebozos pueden ir desde los 180 pesos hasta los 2,000 pesos, dependiendo del diseño, materiales y complejidad del tejido. Este rango de precios, aunque justo por el valor artesanal del producto, representa una barrera para un mercado acostumbrado a opciones más económicas producidas industrialmente.
El representante de la Cooperativa Textil Artesanal de La Piedad, Librado Madrigal, compartió que, pese a las dificultades actuales, el rebozo ha sido parte esencial de su vida. "Este arte me ha permitido mantener a mi familia. Es mucho más que un oficio: es una herencia que estamos en riesgo de perder".
Ante esta situación, se hace un llamado a las autoridades culturales y a la sociedad civil para implementar medidas de rescate y revalorización de este patrimonio, incentivando su compra, promoviendo ferias artesanales, y apoyando programas de capacitación y financiamiento para nuevos artesanos.