El esfuerzo económico detrás de la cena navideña 2025

La celebración de la Navidad en Zamora y Jacona se vive con entusiasmo, pero también con un esfuerzo económico que varía según las costumbres de cada familia. En entrevistas con habitantes de ambas ciudades, se constató que los gastos de la cena navideña se han convertido en un tema recurrente, especialmente por el incremento en los precios de productos básicos.

El pozole, considerado uno de los platillos más representativos, puede costar alrededor de $1,000 pesos para familias pequeñas. El cálculo incluye carne en $350, maíz a $80 por kilo, tortillas a $30 y verduras adicionales. A ello se suman bebidas como refrescos familiares, cuyo precio inicia en $40. Para muchos, este gasto resulta manejable, aunque implica ajustar otros rubros del presupuesto.

Gran parte de las familias entrevistadas señaló que prefieren acudir al mercado para adquirir los insumos, ya que los precios suelen ser más bajos y la variedad de productos frescos es mayor. Solo algunas optan por tiendas comerciales, principalmente para comprar refrescos, botanas o vinos, artículos que se encuentran con mayor disponibilidad en esos espacios.

Por otro lado, existen familias que prefieren evitar la preparación en casa y optan por contratar banquetes completos. Estos servicios suelen incluir vino tinto, renta de loza y platillos variados. El costo promedio se estima en $800 por persona adulta y $400 por niño, lo que convierte la cena en un evento de mayor formalidad, pero también de mayor inversión.

No obstante, la mayoría de los hogares mantiene la tradición de cocinar ellos mismos. Platillos como enchiladas, ensalada de pollo, burritos o carne asada forman parte del menú navideño. En estos casos, los gastos pueden elevarse hasta los $3,000 pesos, dependiendo del número de invitados y la variedad de alimentos preparados.

La comparación entre ambas modalidades refleja las distintas realidades económicas y sociales de la región. Mientras algunos buscan preservar la tradición con recetas caseras, otros priorizan la comodidad y el servicio. En cualquier caso, la cena navideña se convierte en un símbolo de unión familiar y esfuerzo compartido.

Los testimonios recabados muestran que, más allá de los costos, la celebración conserva su valor cultural y emocional. La preparación de alimentos, la convivencia y el deseo de mantener vivas las tradiciones son elementos que las familias de Zamora y Jacona consideran esenciales. Así, la cena navideña se reafirma como un espacio de encuentro, donde el gasto económico se asume como parte del compromiso de celebrar juntos.