En México, el acceso a la terapia psicológica continúa marcado por una notable diferencia entre hombres y mujeres, aunque cada vez hay mayor apertura para hablar sobre salud mental, los hombres siguen acudiendo en menor proporción a los espacios terapéuticos.
De acuerdo con un estudio reciente realizado en 2025 por la "Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario", solo el 20% de los mexicanos que reciben atención psicológica son hombres, mientras que el 80% restante corresponde a mujeres, esto indica que, por cada cinco personas que van a terapia, solo una es del sexo masculino.
Esta situación dentro del entorno digital es similar, pues plataformas que se encargan de dar atención psicológica en línea, indican que el 26% de sus usuarios son hombres, en contraste con el 73% de mujeres, aunque el porcentaje es ligeramente más alto en los servicios virtuales, la diferencia sigue siendo significativa.
Estos datos reflejan un patrón que especialistas atribuyen a diversos factores estigmas sociales, ideas tradicionales sobre la masculinidad y una limitada cultura del autocuidado emocional entre los varones, dada muchas veces por la presión por mantener una imagen de fortaleza o independencia, lo que impide que los hombres busquen apoyo profesional, incluso cuando enfrentan estrés, ansiedad, duelo o conflictos personales.
Visibilizar esta situación es un paso importante para promover el acceso igualitario a la salud mental, por lo que es necesario fomentar espacios seguros, sin juicios, que pueden ayudar a que más hombres rompan con estas barreras y se acerquen a la terapia como una herramienta legítima para su bienestar.