En una casa de adobe con historia centenaria, ubicada en Aquiles Serdán #300 Sur, en el Centro de Zamora, vive un proyecto que ha sabido tejer comunidad, arte y bienestar emocional: Casa Corazón. Fundada hace tres años por Gabriela Osorio Fajardo, psicóloga con especialidad en arte terapia, este espacio nació como una propuesta alternativa para acompañar procesos personales desde la creación.

La casa, que perteneció a sus tatarabuelos y funcionó como panadería en los años 20, conserva aún los hornos originales y un aire de hacienda que abraza a quien entra. "Es una casa que da la bienvenida", dice Gabriela, y no es una metáfora: el lugar está pensado para que cada persona se sienta segura, inspirada y libre de expresarse.
Casa Corazón ofrece clases de yoga, talleres de pintura nocturna, bordado, foto-bordado, barro, experiencias vivenciales y ludotecas para niñas y niños. Además, ha sabido adaptarse a los tiempos, ofreciendo también talleres en línea que permiten participar desde cualquier lugar.

Pero más allá de su oferta, lo que distingue a Casa Corazón es su filosofía: no busca masividad, sino resonancia. "No se trata de abarrotar, sino de convocar a quienes realmente quieran venir a descubrir, a abrirse, a expandirse", explica su fundadora. Aquí, cada actividad es una invitación a explorar el mundo interior, a sanar en comunidad, a reconectar con el cuerpo, la emoción y la creatividad.
En medio del bullicio de la ciudad, entre paredes de adobe y memorias familiares, Casa Corazón se ha convertido en un refugio para quienes buscan algo más que un taller: un espacio donde el arte es puente, la salud es proceso y la comunidad es raíz.
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