Más de cinco mil personas participaron en una misa por la paz y la justicia en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, convocada por la Diócesis de Zamora. El acto marcó el cierre del novenario en memoria de Carlos Manzo, ex presidente municipal de Uruapan, asesinado el 1 de noviembre.
La ceremonia fue presidida por Felipe Cuarao Roque y concelebrada por más de 20 sacerdotes. Feligreses vestidos de blanco elevaron oraciones por la situación de violencia en Michoacán y en el país.
Durante la homilía, el sacerdote Jesús Valencia Álvarez llamó a interpretar los signos de los tiempos desde la fe, sin fomentar la violencia ni la polarización. Señaló que la paz debe estar sustentada en la justicia y en la esperanza.
El evento también rindió homenaje a ciudadanos asesinados y desaparecidos, incluidos varios sacerdotes. Al finalizar, se convocó a una marcha pacífica en Zamora el próximo 15 de noviembre para exigir justicia por el caso de Manzo y por las víctimas de la violencia.
La celebración se realizó en medio del despliegue de casi dos mil elementos del Ejército Mexicano en Michoacán como parte del Plan por la Paz y la Justicia.