Las zonas colindantes con el río Lerma han resentido de manera particular la marcada presencia de lluvias atípicas durante esta temporada. El exceso de agua no solo ha afectado la vida cotidiana de los habitantes, sino que también ha encendido las alertas en el sector agrícola, donde los cultivos corren el riesgo de sufrir pérdidas considerables.
En un recorrido por parcelas de Jalisco, Michoacán y Guanajuato, el técnico agrícola, constató que, pese a la buena captación de agua que ha mantenido las presas de la región al 100 por ciento de su capacidad, el panorama no es del todo alentador. "La humedad constante puede generar condiciones propicias para la aparición de enfermedades en los cultivos, sobre todo de hongos en el suelo, que son una de las plagas más fuertes en estos escenarios", explicó.
El contraste en la zona es marcado: mientras algunas parcelas prácticamente se están ahogando por el exceso de lluvia, en otras regiones del occidente mexicano los productores enfrentan una intensa sequía. Frente a este panorama incierto, Arias destacó que los seguros agrícolas representan una fortaleza importante para aminorar las pérdidas en áreas de alto riesgo, ya que permiten a los campesinos recuperar parte de lo invertido y garantizar la continuidad de su trabajo.
Aunque el agua es vital para el campo, el exceso también puede convertirse en enemigo. Sin embargo, la resiliencia y el esfuerzo de los agricultores siguen siendo clave para enfrentar los retos que trae consigo cada temporal.