En una muestra de hartazgo y exigencia de justicia, miles de uruapenses salieron a las calles el sábado 15 de noviembre, para levantar la voz y manifestarse en una marcha que recorrió más de 40 cuadras de la ciudad, clamando por paz, libertad y el esclarecimiento del reciente homicidio del alcalde Carlos Manzo, ocurrido el pasado 1 de noviembre.
La movilización, que inició en el estacionamiento de la Plaza 500, donde se reunieron las familias, donde se pudieron ver personas que acudieron vestidas de blanco y portando pancartas con mensajes como "Justicia para Carlos Manzo" y "Justicia para todos los caídos", gritando a su vez consignas mientras avanzaron recorriendo las vialidades del municipio.
A pesar de que la alcaldesa Grecia Quiroz se deslindó previamente de la convocatoria, la respuesta ciudadana fue contundente, demostrando el profundo sentir de la comunidad, mientras caminaron hacia el centro de la ciudad, y en el trayecto se sumaron miembros del Movimiento del Sombrero, duplicando el número de participantes, clamando a voz viva gritos como "Alto a la violencia" y "Carlos Manzo vive, su lucha sigue", evidenciando la determinación de mantener vivo el legado del edil asesinado.
Al llegar a la Pérgola Municipal, los ciudadanos, manteniendo en todo momento el orden, realizaron un mitin improvisado donde se hizo un llamado a no callar ante las injusticias, aunque no hubo líderes, ni representación de partidos políticos, los presentes reafirmaron su compromiso de no dar "ni un paso atrás", señalando que "el tigre ya despertó".
Una de las manifestantes, a través de un megáfono, instó a los seguidores de Manzo a continuar con el proyecto iniciado por el alcalde y a brindar su apoyo a la presidenta Grecia Quiroz, resaltando la necesidad de unidad en Uruapan en estos momentos críticos.
La jornada de protesta concluyó con una invitación a la ciudadanía a unirse a una marcha organizada por estudiantes de preparatoria y secundaria, programada para las 16:00 horas, demostrando que la exigencia de paz y justicia en Uruapan continúa en pie.