Las picaduras de araña son poco frecuentes, pero cuando ocurren pueden convertirse en un problema de salud serio, especialmente si se trata de especies venenosas. En México, las dos que más preocupación generan son la viuda negra y la araña violinista, reconocidas por el daño que su veneno puede causar en el organismo.
La viuda negra es una araña pequeña de color negro brillante con una marca rojiza en forma de reloj de arena en el abdomen. Su mordedura introduce una toxina que afecta directamente al sistema nervioso. Los síntomas suelen iniciar con dolor agudo en la zona afectada, seguido de calambres musculares, rigidez abdominal, sudoración excesiva, náuseas e incluso dificultad para respirar. Aunque la mordedura puede pasar desapercibida al inicio, las reacciones aparecen en cuestión de minutos y pueden prolongarse durante horas si no se recibe atención médica.
Por su parte, la araña violinista, identificable por la figura de un violín en su dorso, tiene un veneno con efectos distintos. Su mordedura libera toxinas que destruyen las células y los tejidos, lo que ocasiona necrosis en la piel. Esto se manifiesta con una lesión que comienza como una pequeña ampolla y que puede convertirse en una úlcera dolorosa de lenta cicatrización. En casos graves, el veneno afecta la sangre y órganos internos, provocando fiebre, escalofríos y malestar general.
Es importante subrayar que ninguna de estas especies ataca de manera intencional. Generalmente, muerden como mecanismo de defensa al sentirse acorraladas o al ser aplastadas accidentalmente en zapatos, ropa o cobijas. Por esta razón, la prevención se centra en mantener los espacios limpios, revisar prendas antes de usarlas y evitar manipular directamente a las arañas.
Ante una mordedura sospechosa, lo fundamental es mantener la calma, inmovilizar la zona afectada y acudir de inmediato a un centro de salud. No deben aplicarse remedios caseros ni intentar succionar el veneno, ya que esto puede complicar el cuadro. La atención médica oportuna permite controlar los síntomas y evitar secuelas más graves.