Pese a la existencia de la NOM-004-SEDATU-2023, norma que tiene como objetivo transformar las calles urbanas en espacios más seguros, accesibles y sostenibles para todos, priorizando a las personas sobre los vehículos, en La Piedad, las estrategias de recuperación de espacios peatonales siguen siendo poco claras y cuestionables. En entrevista, el geógrafo Jesús Medina Rodríguez, colaborador del COLMICH y miembro activo del Observatorio Ciudadano, compartió sus observaciones tras realizar un estudio sobre el significado de ser peatón en el municipio. Medina Rodríguez señala que, pese a las buenas intenciones que plantea la norma a nivel federal, en La Piedad aún existe una falta de entendimiento y aplicación efectiva de estrategias urbanas que realmente consideren las necesidades de los peatones.
"Hablar de accesibilidad urbana implica ir más allá de la movilidad: es necesario evaluar de manera crítica las características de cada persona y los modos de transporte disponibles", expresó el especialista, quien además recalcó que un espacio público verdaderamente accesible debe contemplar la diversidad de capacidades físicas, cognitivas y económicas de sus habitantes.
El análisis del geógrafo subraya que en La Piedad, los esfuerzos por recuperar espacios públicos y crear zonas peatonales carecen de una planificación integral y de un enfoque que contemple las necesidades reales de la población, lo cual pone en entredicho el verdadero alcance de las acciones locales en materia de movilidad y accesibilidad. Un claro ejemplo es la Avenida Sóstenes Rocha que pese a ser transitada a diario por estudiantes de distinto niveles, no existen ni banquetas, ni arbolado.
La NOM-004-SEDATU-2023 plantea un cambio profundo en la concepción de las ciudades mexicanas, pero su implementación a nivel municipal requiere compromiso, conocimiento técnico y sensibilidad social, aspectos que, de acuerdo con Medina Rodríguez, aún deben fortalecerse en La Piedad para garantizar el derecho de todas las personas a moverse de manera segura y digna.