La crisis hídrica ha traído una preocupación sobre la cantidad disponible de agua en la entidad mexiquense. Además de la cantidad del vital líquido que hay en el estado ¿qué calidad del agua tenemos?
En las últimas dos décadas la calidad del agua ha tenido un cambio drástico, debido a la acumulación de materia orgánica en grandes cantidades.
El agua va adquiriendo en su composición diversas sustancias que la alteran y determinan sus principales características fisicoquímicas durante su ciclo, ya que interactúa con diferentes medios como el aire y el suelo.
Una de las desventajas de este cambio fisicoquímico drástico en la calidad del agua, es la pérdida de iones necesarios mayoritarios, causando una acidez del agua.
En estudio encabezado por la Investigadora del IITCA, Veronica Martinez Miranda y la doctora Carolina Álvarez Bastida, se analizaron diez muestreos durante dos años del 2015 al 2017, en cinco pozos en la ciudad de Toluca y se encontró que la mayoría de los parámetros cumplen con la NOM-127-SSA1-1994 con excepción del hierro y manganeso que sobrepasa el límite permisible, estas especies en el agua pueden causar daños a la salud de los consumidores, tales como el síndrome conocido como manganismo o parkinsonismo, cuyos síntomas son debilidad, dolor muscular, temblores, falta de coordinación en los movimientos faciales y de las manos, dificultad para mantener el equilibrio, problemas para caminar, dificultad para hablar y calambres nocturnos en las piernas.