El Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México fijó postura ante "la violencia ejercida contra jóvenes" que participaron en la marcha del 15 de noviembre
La organización, una de las más antiguas del país, advirtió que las agresiones registradas no solo lastiman a quienes protestaron, sino que dañan la confianza en las instituciones encargadas de garantizar los derechos ciudadanos.
La protesta pacífica, la libertad de expresión y el derecho a reunirse forman parte del núcleo democrático, recuerdan los abogados. Estos principios no son abstractos: permiten que cualquier persona pueda salir a la calle a exigir seguridad sin temer por su integridad.
Por eso, el Colegio considera que lo ocurrido -golpes, dispersión violenta y uso excesivo de la fuerza de acuerdo a lo informado- es una afrenta directa al orden constitucional.

En palabras simples: una marcha juvenil en busca de paz terminó evidenciando lo contrario, mostrando una fuerza pública usada para intimidar y no para garantizar derechos
La juventud como actor democrático, no enemigo
El Colegio subraya que los jóvenes no deben ser convertidos en adversarios del Estado. La institución insiste en que el monopolio de la fuerza que posee el Estado existe para mantener el orden, nunca para reprimir la demanda de un país sin miedo.
Los abogados advirtieron también sobre discursos que buscan responsabilizar a los manifestantes de la violencia recibida. Desde su perspectiva, exigir un México más seguro es un derecho legítimo, no un acto delictivo. Y la primera obligación del Estado es garantizar ese derecho, no desactivarlo con golpes.

El Colegio expresó respaldo a las personas heridas, así como a sus familias, y afirmó que lo vivido afecta no solo cuerpos, sino la confianza ciudadana en la autoridad. Recordó que proteger la dignidad humana es una tarea que ninguna institución puede dejar de lado