México sigue siendo un país agricultor a pesar del crecimiento de las zonas urbanas, pero se enfrenta al envejecimiento de su mano de obra, al retraso en tecnología de riego y a las amenazas de un acuerdo comercial que está dejando de ser ventajoso para nuestro país.
Tenemos una superficie territorial de 1.9 millones de kilómetros cuadrados, que equivalen a 195 millones de hectáreas, de las cuáles, 20 millones son cultivables y, en 2024, generaron ganancias por 855.8 millones de pesos.
En el primer trimestre de 2025, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó un aumento de 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto nacional impulsado por el incremento de 7.8 por ciento de las actividades agropecuarias, la cuales aportaron 510.5 millones de pesos; 3.78 por ciento más que en el último trimestre de 2024.
La principal producción del campo mexicano sigue siendo el maíz con 6.6 millones de hectáreas cultivadas.
Jalisco es el estado que más grano aporta al consumo nacional; también es la entidad que encabeza la lista de productores de agroalimentos, seguido de Michoacán, principal productor de aguacate, y de los estados de Sinaloa, Sonora y Veracruz, que concentran la producción de tomate rojo, chile, caña de azúcar y cítricos.
Oscar Ocampo, director de desarrollo económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), reconoció que si bien el sector agrícola no es fundamental para el intercambio comercial de México, es un sector importante para la economía.
"Las actividades primarias son un componente pequeño comparado con las manufacturas o con los servicios o las terciarias, por la composición de la economía mexicana, pero eso no quita que es un componente importante a nivel regional", dijo.
Sin embargo, pese a las cifras, el campo mexicano sufre por falta de apoyos financieros y tecnología, además enfrenta un imparable proceso de envejecimiento, como alertó Bernardo Caamal Itzá, ingeniero agrónomo y promotor agrícola maya.
"Implica no solamente pensar en apoyos directos, individualizados, sino implica también tejer ese tejido productivo y eso hoy en día está amenazado, no solamente los jóvenes no están cercanos a sus padres por las políticas públicas en la educación y muchos de los jóvenes no están cercanos al campo".
Las condiciones laborales del campo son muy distintas a las de otros sectores. Noventa por ciento de los puestos de trabajo son informales, sin seguridad social ni beneficios o derechos
De acuerdo con el INEGI, hasta junio de 2025, había 6.5 millones de personas trabajando en el sector agropecuario, incluyendo agricultura, ganadería, pesca y actividades forestales con ingresos de entre uno y dos salarios mínimos, sin acceso a servicios de salud y donde el nivel máximo de estudios es secundaria terminada.
Apoyos al campo
Aunque el gobierno insista en que brinda apoyos directos al campo y que rompió los esquemas de corrupción y corporativistas, la realidad muestra que esos apoyos directos no han resuelto la pobreza del campo mexicano.
Nefi Bracamonte, agricultor y especialista en sistemas de riego, advirtió que "los apoyos en el campo están, muy, muy débiles, la gente misma, ahora sí el gobierno nos ha mandado un mensaje de que cada quien se rasque como pueda".
El gobierno federal desapareció la Financiera Rural que otorgaba apoyos a productores agrícolas con el argumento de que era una institución sumida en la corrupción.
En su lugar creó el programa de Producción del Bienestar que busca apoyar a los pequeños productores, especialmente a quienes cultivan granos básicos, caña de azúcar, café, cacao, nopal o miel de abeja.
También prometió mantener precios de garantía para que haya un acceso igualitario al mercado.
Estos apoyos dirigidos a los pequeños productores se entregan de manera anual, por lo que no termina de resolver la gran disparidad que existe en el campo mexicano.
Esta desigualdad muestra, a decir de Oscar Ocampo, director de desarrollo económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que hay dos campos, "hay un campo que sí mantiene un rezago muy importante, mantiene muchas carencias, pero hay otro campo que es altamente competitivo, que es uno de los principales proveedores agroalimentarios de Estados Unidos".
Parte del problema es que dentro de esos "dos méxicos" persisten esquemas de corrupción o que obedecen a intereses políticos, como aseguró Bernardo Caamal Itzá, ingeniero agrónomo y promotor agrícola maya.
"Los que están en el poder pueden decir cualquier cosa, pero sus propias instituciones lo pueden llegar a bloquear, ¿esto qué significa?, hay a veces un cansancio en la alta burocracia, que a veces son los mismos que te ponen los obstáculos a quienes deben tener cercanía de los apoyos".
Los apoyos también deben dirigirse al desarrollo tecnológico, a los sistemas de riego y a la capacitación, a "todo aquello que se necesita en cualquier sector agropecuario, o sea maquinaria, investigación, riego, gente calificada, compactación de tierras, es una situación común para el sector agrícola mexicano", destacó Claudia Fernández, presidenta ejecutiva de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera.
A esto se suma que 75 por ciento de la superficie cultivable es de temporal, con sistemas de riego por escurrimiento, donde se desperdicia 75 por ciento del agua.
"Ahí es donde tenemos que hacer el mayor uso de la tecnología para el aprovechamiento del agua, tenemos que buscar la manera de cómo convertir superficies de temporal en superficies de riego presurizado, de cualquier tipo, puede ser goteo, puede ser aspersión, puede ser micro aspersión, incluso riego por compuertas", dijo Rubén Soto, experto en sistemas de riego.
Amenazas al campo
El campo mexicano vive amenazado por fenómenos naturales y por la inminente revisión del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, de 2018 a 2023, 2.8 millones de hectáreas de siembra padecieron por los efectos de la sequía, especialmente las zonas de cultivo de maíz y frijol.
Por su parte, en 2019, se perdieron 796 mil hectáreas por sequía, mientras que en 2023, la superficie siniestrada ascendió a un millón de hectáreas, especialmente en Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Jalisco, Durango y Veracruz.
Las pérdidas estimadas por año ascienden a 300 millones de pesos de acuerdo con la propia Secretaría de Agricultura.
"¿Cómo estás mejor preparado para enfrentar las sequías?, con riego tecnificado y al final para una empresa no es una inversión necesariamente onerosa, para un productor sí lo es, porque no tiene incentivos, porque el agua me la subsidias, prácticamente me la regalas, el bombeo del agua también me lo subsidias, prácticamente me lo regalas y yo como para qué voy a invertir para meter riego por goteo", destacó Oscar Ocampo, director de desarrollo económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Por otro lado, la renegociación del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá tendrá una mesa especial en materia agroalimentaria, donde nuestro país se ha enfrentado en años recientes con su principal socio comercial para cerrar la frontera a la importación de agroquímicos y productos genéticamente modificados.
"Lo principal son las restricciones a la importación de maíz amarillo y en términos generales las restricciones a los organismos genéticamente modificados, que el T-MEC parte del principio basado en ciencia, que tiene que estar demostrado que es dañino para la salud para prohibirse y lo que argumenta estados unidos es que México no ha demostrado eso en la cuestión del maíz amarillo, dijo Oscar Ocampo del IMCO.
En este contexto, agricultores mexicanos advierten que a la par de estas negociaciones debe atenderse el comercio ilegal de estos productos supuestamente prohibidos.
"En México, a pesar de que hay una perspectiva de prohibir, hay toda una estrategia bajo el agua, de los que están en la parte productiva, pero también los que comercializan, están filtrando estos productos, denunció el agricultor y promotor maya Bernardo Caamal Itzá.
Bajo asedio criminal
Y de lo que no podemos librarnos es de la presencia de grupos criminales en el campo mexicano.
Extorsiones, monopolización del mercado, imposición de precios y control de sistemas de riego, son parte del día a día de miles de familias campesinas que viven acosadas por los criminales, sin que las autoridades hagan lo suficiente para contener esa violencia.
El campo podrá enfrentar a la naturaleza, a las sequías, la falta de apoyo y financiamiento, el envejecimiento de su mano de obra y la informalidad laboral, pero estos escenarios no se comparan con el impacto que tiene el crimen organizado en los ciclos de producción, donde la extorsión y las amenazas no son de temporal, son de todos los días...
En años recientes la irrupción de grupos criminales en las actividades productivas ha ido incrementándose, desde el control de los ciclos de siembra y cosecha, la compra unilateral de la producción para presionar los precios, hasta el cobro para acceder al agua de riego y el despojo de parcelas para imponer la siembra de drogas como la mariguana o la amapola.
Entre 2023 y 2025, limoneros de Michoacán han suspendido varias veces la pista de ese fruto, como medida de protesta, luego de que grupos criminales impusieran la cuota de compra por kilo y amenazando a productores con represalias violentas si intentaban vender su producción a otros intermediarios.
Este fenómeno se ha extendido a otras zonas agrícolas del país, con las mismas prácticas, sólo cambia el nombre de grupo criminal y lo que sigue faltando es presencia del Estado, que pueda dar seguridad a millones de campesinos y sus familias.
Los principales cultivos afectados son el aguacate, limón, naranja, tomate rojo, frijol, chile y caña de azúcar, y las zonas agropecuarias más afectadas están en los estados de Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas, pero es un problema que afecta a todo el campo mexicano.
Ante ello, campesinos piden al gobierno federal que refuerce su seguridad y que redoble la presencia de la Guardia Nacional, aunque no han recibido la respuesta esperada.
Y de acuerdo con especialistas, la extorsión en el campo es otra deuda pendiente de atender.
Oscar Ocampo, director de Desarrollo Económico del Instituto Mexicano para la Competitividad, afirmó que "México requiere de una estrategia nacional de combate a la extorsión en todos los rubros de la actividad económica y al final del día es un reto inmenso, porque el crimen organizado está donde el estado no llega".