Cada fin de año se repite la misma escena: calles llenas, compras de último minuto y la sensación colectiva de que "por fin alcanza". Aguinaldo, aumentos salariales y ambiente festivo se combinan para dar la impresión de que hay dinero de sobra. Pero la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) pide frenar un momento y mirar qué hay detrás de esa percepción
Aunque diciembre llega con ingresos adicionales, estos recursos no significan una bonanza nueva. ANPEC explica que tanto el aguinaldo como los aumentos al salario mínimo están pensados para compensar la inflación, no para ampliar el margen de gasto.
En palabras de su presidente, Cuauhtémoc Rivera, son conquistas importantes, sí, pero no un premio inagotable: si se gastan de golpe, desaparecen igual de rápido.

La economía real: compras más pequeñas y fiado
Lo que viven las tienditas muestra un panorama muy distinto al del optimismo decembrino. En el día a día, los consumidores llegan con la cartera medida: compran por pieza, eligen presentaciones más chicas, cambian marcas y recurren al fiado.
Para ANPEC, esto refleja una economía del microgasto, donde cada peso se piensa dos veces incluso en el mes más festivo del año.
Entre cenas, regalos y posadas, muchas familias terminan comprometiendo ingresos de los meses siguientes. La falsa sensación de abundancia -alimentada por tarjetas, compras impulsivas y meses sin intereses- deja una resaca financiera que explota en enero: renta, colegiaturas, servicios, regreso a clases y, en muchos casos, intereses acumulados.

La cuesta de enero, recuerda ANPEC, no es un mito: es la consecuencia directa de un diciembre sin control.
Celebrar sí, pero con cabeza fría
La organización insiste en que el objetivo no es arruinar las fiestas, sino llegar a enero sin sobresaltos. Para ello, propone entender que:
Cinco recomendaciones para un diciembre sin sobresaltos
1. Aparta tu guardadito antes de comprar
Separa parte del aguinaldo para los gastos inevitables de enero: renta, servicios, transporte, colegiaturas. Ese colchón es tu defensa principal.
2. Reduce deudas caras
Si tienes tarjetas o créditos con intereses altos, usa parte del ingreso extra para bajarlos. Financier la cena o el alcohol a meses es una trampa: la fiesta acaba, la deuda se queda.
3. Fija un tope navideño
Define un presupuesto para las fiestas y síguelo. Los intercambios pueden sustituir compras excesivas.
4. No compres por impulso y cuida tu seguridad
Ve con lista, evita las compras de pánico y no lleves todo tu dinero en efectivo.
5. Apoya el comercio local sin rebasar tu presupuesto
Comprar en la tiendita ayuda a la economía comunitaria, pero sin perder de vista tus límites. Los detalles sencillos también cuentan.

ANPEC concluye que cuidar el aguinaldo es cuidar la estabilidad financiera del hogar y del pequeño comercio, que sostiene la vida cotidiana en miles de barrios. Consumir responsablemente, dice, es la mejor estrategia para que la cuesta de enero no llegue como una sorpresa amarga.