Las recientes tensiones entre Israel e Irán han reavivado el miedo a un conflicto nuclear. El ataque israelí a un consulado iraní y la respuesta de Irán con cientos de drones y misiles muestran lo rápido que puede escalar la situación
Aunque Irán asegura que su programa nuclear es pacífico, el nivel de enriquecimiento de su uranio y el arsenal no declarado de Israel generan preocupación.
En este contexto, entender el poder destructivo de las armas nucleares, quién las tiene y cómo se intenta limitar su uso, es más urgente que nunca
Las armas nucleares son dispositivos que aprovechan reacciones nucleares para generar explosiones devastadoras, liberando cuatro tipos principales de energía: onda expansiva, luz intensa, calor y radiación.
Estas armas pueden ser transportadas como bombas o misiles, y una sola es capaz de arrasar una ciudad entera, causando la muerte de millones de personas y dejando secuelas ambientales y genéticas que amenazan a las futuras generaciones.
Aunque las bombas atómica solo se han utilizado en conflictos bélicos en dos ocasiones -durante los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en 1945-, actualmente, según Naciones Unidas, se estima que existen alrededor de 22,000 en el mundo. Además, se han realizado más de 2,000 ensayos nucleares a lo largo de la historia.
Las armas nucleares se despliegan en diversas plataformas, incluyendo misiles balísticos intercontinentales (ICBM), misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) y bombas aéreas
Los ICBM tienen la capacidad de alcanzar objetivos a más de 5,500 kilómetros de distancia. Están diseñados para transportar una ojiva nuclear, que utiliza plutonio o uranio como material explosivo en el caso de fisión, y adicionalmente hidrógeno si se trata de fusión.
Por su parte, los SLBM ofrecen una capacidad de ataque asegurada, un componente clave para la disuasión nuclear. Este concepto implica que un país mantiene un arsenal suficiente para evitar ataques, ya que su capacidad de represalia desincentiva a posibles agresores.
Además, las bombas aéreas, que pueden ser convencionales, dispersivas (cargadas con submuniciones) o nucleares, se lanzan de manera estratégica, proporcionando flexibilidad y precisión en su despliegue.
Tras el uso de armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, el mundo reconoció la magnitud de esta nueva amenaza
Esto desató una carrera global por desarrollar arsenales nucleares más sofisticados, con el objetivo de estar preparados en caso de que se usarán nuevamente. Sin embargo, con la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), solo se permitió a cinco países conservar sus arsenales, con el compromiso de reducirlos progresivamente.
Oficialmente, los países que poseen armas nucleares según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) , un instituto internacional independiente dedicado a la investigación sobre conflictos, armamentos, control de armamentos y desarme, son:
Estos cinco países desarrollaron submarinos nucleares, por lo que en la práctica tienen la capacidad de hacer llegar una bomba nuclear a cualquier rincón del planeta
Aunque los países mencionados anteriormente tienen armas nucleares de manera "oficial", existen otros que, sin haber firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), han desarrollado sus propios arsenales.
A pesar de no ser reconocidos oficialmente como potencias nucleares, su capacidad armamentística representa un riesgo para la seguridad global. Estos países son:
Tanto Estados Unidos como Rusia - que desarrollaron gran parte de sus arsenal durante la Guerra Fría- siguen acaparando cerca del 90% de las reservas nucleares que hay en el mundo
Rusia tiene un sistema nuclear automatizado llamado "Mano Muerta" o "Perimetr", creado en la Guerra Fría. Su función es asegurar un contraataque nuclear automático si un ataque enemigo destruye el mando ruso.
Para activarse, primero debe ponerse en modo de espera por orden humana. Luego, si detecta señales de ataque, como explosiones, radiación o pérdida de comunicación con el alto mando, puede lanzar misiles por sí solo desde silos, submarinos o bases móviles.
La "Mano Muerta" cuenta con retaliación garantizada, lo que asegura que ningún adversario pueda neutralizar por completo la capacidad de respuesta nuclear de Rusia sin enfrentarse a represalias devastadoras
Existen diferentes tipos de bombas nucleares en las que varía su funcionamiento y el tipo de alcance y consecuencias que tienen, es por ello que a continuación te decimos cuales son algunas de este tipo de bombas.
Rompen núcleos de átomos (uranio/plutonio) para liberar energía. Causan ceguera hasta 21 km y quemaduras graves cerca.
Unen núcleos atómicos, mucho más potentes que las de fisión. Destruyen todo en un radio de 6 km y tienen efectos hasta 21 km.
Diseñadas para contaminar con radiación durante décadas usando cobalto-60. Dejan áreas inhabitables.
Tsar Bomba, la bomba más potente jamás creada (50 megatones), detonada por la URSS en 1961. Miles de veces más fuerte que las bombas de Japón.
Si una bomba de ese tamaño explotara en el centro de ciudades mexicanas, las consecuencias serían catastróficas:
Además, millones más quedarían expuestos a explosiones leves en cada ciudad. Si quieres saber qué impacto tendría una bomba nuclear en tu ciudad o país, has clic aquí