California demanda a Trump por uso ilegal de Guardia Nacional
La decisión del presidente Donald Trump de desplegar la Guardia Nacional en Los Ángeles ha generado una fuerte reacción en California, donde las autoridades estatales han calificado la medida como una violación a la autonomía del estado y han iniciado acciones legales para revertirla
El fiscal general Rob Bonta anunció que el estado presentará una demanda para que un tribunal declare ilegal la federalización de la Guardia Nacional, argumentando que esta decisión se tomó sin consultar ni obtener el consentimiento del gobernador Gavin Newsom, lo que consideran un atropello a la soberanía estatal.
El despliegue de tropas federales se produjo tras varios días de intensas protestas en Los Ángeles, desencadenadas por una serie de redadas migratorias llevadas a cabo por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Estas operaciones resultaron en la detención de más de un centenar de personas y provocaron el estallido de manifestaciones en distintos puntos de la ciudad, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden, uso de gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras.
El ambiente se tornó más tenso cuando algunos manifestantes bloquearon autopistas y prendieron fuego a vehículos, mientras que la policía respondió con tácticas de dispersión y realizó decenas de arrestos
La administración Trump justificó el despliegue de la Guardia Nacional como una medida necesaria para restablecer el orden y proteger edificios federales, especialmente el centro de detención en el centro de Los Ángeles, epicentro de las protestas.
Según la Casa Blanca, la intervención buscaba frenar la "anarquía" que, según su versión, se había apoderado de la ciudad. Trump defendió públicamente su decisión y aseguró que, de no haber actuado, Los Ángeles habría sufrido daños irreparables.
Sin embargo, tanto el gobernador Newsom como el fiscal Bonta sostienen que la situación estaba bajo control antes de la llegada de los efectivos federales y que la presencia de la Guardia Nacional solo sirvió para incrementar la tensión y el miedo entre los residentes.
Newsom calificó la acción presidencial como un intento de crear una crisis artificial para obtener interés político, y advirtió a los manifestantes que evitaran caer en provocaciones que pudieran justificar una mayor represión
El despliegue de la Guardia Nacional en California sin el consentimiento del gobernador es un hecho poco común en la historia reciente de Estados Unidos.
La última vez que se utilizó una disposición legal similar fue en 1965, cuando el presidente Lyndon B. Johnson envió tropas a Alabama para proteger a manifestantes por los derechos civiles.
En esta ocasión, la administración Trump invocó una ley federal que autoriza el uso de fuerzas federales en caso de "rebelión" o peligro para la autoridad del gobierno federal.
Mientras tanto, la presencia de la Guardia Nacional en Los Ángeles se mantiene, con aproximadamente 300 efectivos desplegados en distintos puntos estratégicos de la ciudad, encargados principalmente de resguardar instalaciones federales.
