A tres semanas de haber instalado sus casas de campaña, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) comenzaron a levantar el plantón que tenían en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México desde el 15 de mayo, Día del Maestro.
Los maestros planean regresar en las próximas horas a sus estados para el lunes regresar a clases, sin embargo amenazan con regresar y volver a instalarse en septiembre en el Zócalo capitalino si sus demandas no son atendidas por el gobierno.
Este viernes al medio día, durante una marcha de la CNTE, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) vandalizaron la Torre Bienestar y varios comercios en Paseo de la Reforma, en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc.
Durante estas semanas de plantón en la capital de la República Mexicana, los inconformes han realizado bloqueos que han desquiciado a la ciudad, además de actos vandálicos.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, manifestó su rechazo a la violencia durante las protestas de los maestros, particularmente el intento de portazo en la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la vandalización de un edificio perteneciente al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Las tres semanas de planton han dejado afectaciones económicas a los comercios del Centro Histórico de la Ciudad de México por al menos 25 mil millones de pesos, según han reportado algunas organizaciones.
Las negociaciones entre la CNTE y el gobierno de Claudia Sheinbaum continúan estancadas. La principal demanda del magisterio es la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que reemplazó el sistema de pensiones solidario por cuentas individuales administradas por Afores privadas. Aunque la presidenta se muestra comprensiva con la causa, argumenta que no hay presupuesto para revertir la reforma y propone medidas compensatorias que los docentes consideran insuficientes.
Internamente, la CNTE enfrenta divisiones sobre cómo actuar ante la situación actual, lo que ha debilitado su cohesión. Sin embargo, siguen priorizando mantener una postura unificada. Mientras el cansancio crece tanto en manifestantes como en ciudadanos, las protestas ganan fuerza en estados como Oaxaca. El gobierno parece apostar por el desgaste como estrategia para disolver la huelga, aunque los maestros siguen firmes en su lucha por el sistema público de pensiones.