Con la participación de líderes mundiales, diplomáticos y representantes de organizaciones internacionales, este lunes dio inicio en la sede de las Naciones Unidas la esperada Conferencia para la Solución de los Dos Estados, una nueva iniciativa internacional que busca reactivar el diálogo entre Israel y Palestina en medio de una creciente tensión.
La conferencia, promovida por el Secretario General de la ONU, António Guterres, tiene como objetivo central retomar las negociaciones encaminadas a lograr una solución pacífica basada en la coexistencia de dos Estados: uno israelí y otro palestino, viviendo lado a lado en paz, con fronteras seguras y mutuamente reconocidas.
Durante la sesión inaugural, Guterres instó a todas las partes involucradas a comprometerse con la diplomacia y el derecho internacional. "Este es un momento crítico para renovar la esperanza. La solución de los dos Estados no solo es posible, sino necesaria para alcanzar una paz justa y duradera", señaló.
Participan en el encuentro delegaciones de más de 70 países, incluidos Estados Unidos, Rusia, Francia, China, Egipto, Jordania y representantes de la Unión Europea, así como altos funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina y, aunque de forma indirecta, del gobierno israelí.
Aunque Israel no envió una delegación oficial, sí participa mediante una representación técnica bajo supervisión del Ministerio de Relaciones Exteriores. Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, envió un mensaje grabado en el que reiteró su compromiso con la vía pacífica, pero denunció "la continua expansión de asentamientos israelíes como el principal obstáculo para la paz".
Entre los temas prioritarios de la agenda están el estatus de Jerusalén, las fronteras previas a 1967, el retorno de refugiados palestinos y las garantías de seguridad para Israel. También se abordarán mecanismos de verificación internacional y posibles cronogramas para avanzar hacia un acuerdo político vinculante.
Analistas internacionales advierten que, si bien el inicio de la conferencia representa un paso simbólicamente importante, el contexto regional marcado por la violencia, la desconfianza mutua y la polarización interna en ambas sociedades hace que las expectativas de avances concretos sean moderadas.
La conferencia se extenderá durante toda la semana y se espera que al final se emita una declaración conjunta, cuyo contenido dependerá de la voluntad política de las partes y del respaldo de los actores internacionales clave.
La comunidad internacional sigue de cerca este esfuerzo diplomático, considerado por muchos como una de las últimas oportunidades para preservar la posibilidad de una solución negociada al histórico conflicto israelo-palestino.