La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que en 2024 alrededor de 1.400 millones de personas en el mundo padecían hipertensión arterial, aunque apenas una de cada cinco mantiene la presión controlada mediante medicamentos o cambios en sus hábitos de vida
La hipertensión sigue siendo un factor clave en infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, nefropatía crónica y demencia, y su impacto económico es significativo, con un costo estimado de 2,7 billones de dólares entre 2011 y 2025 para países de ingresos bajos y medianos.
El informe revela que solo el 28% de los países de ingresos bajos tiene disponibilidad generalizada de medicamentos recomendados por la OMS para tratar la hipertensión, frente al 93% en países de ingresos altos.
La falta de acceso se suma a problemas como protocolos terapéuticos inconsistentes, atención primaria limitada, cadenas de suministro poco fiables y altos costos para los pacientes
Consecuencias evitables
Cada hora, más de mil personas mueren por infartos y accidentes cerebrovasculares relacionados con la hipertensión.
"Los países tienen los medios para cambiar esta realidad. Con voluntad política y reformas en los servicios de salud, podemos salvar millones de vidas", señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Algunos países han logrado avances significativos:
El informe subraya la necesidad de políticas sólidas de prevención, educación sobre factores de riesgo y ampliación del acceso a medicamentos. La OMS insta a que el control de la hipertensión se integre en la cobertura universal de salud, para prevenir millones de muertes prematuras y reducir el alto costo social y económico asociado a esta condición