En una sesión marcada por un intenso debate de más de seis horas, el Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, impulsada por el grupo parlamentario de Morena y sus aliados. La reforma fue avalada con 71 votos a favor y 29 en contra, y ahora ha sido turnada a la Cámara de Diputados para su discusión y posible ratificación.
Entre los puntos más controversiales del dictamen destaca la autorización de la geolocalización en tiempo real de teléfonos celulares sin necesidad de una orden judicial. Este punto ha despertado preocupaciones entre organizaciones civiles por posibles implicaciones en materia de privacidad y derechos digitales.
Asimismo, la nueva ley contempla la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), órgano autónomo creado en 2013, y su sustitución por la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), que asumirá sus funciones como ente regulador.
La ley consta de 299 artículos y 32 disposiciones transitorias, y establece también disposiciones sobre derechos de usuarios y audiencias, regulación de contenidos y los procedimientos de suspensión de transmisiones de radio y televisión cuando se consideren violaciones a los derechos de las audiencias.
Esta aprobación se da en el marco de un periodo extraordinario del Congreso, y ha generado reacciones encontradas tanto dentro como fuera del recinto legislativo, con voces que aplauden la reorganización institucional y otras que alertan sobre un posible retroceso en libertades fundamentales.
La discusión ahora pasa a la Cámara de Diputados, donde se espera otro debate intenso sobre el alcance y las implicaciones de esta reforma.