Por primera vez en su historia, México tendrá una identificación oficial única con datos biométricos. El Congreso de la Unión aprobó este año la nueva Clave Única de Registro de Población biométrica, que obligará a todos los ciudadanos a registrar huellas digitales, rostro, iris y firma electrónica avanzada en una base de datos controlada por la Secretaría de Gobernación.
Mientras el gobierno promete mayor seguridad y eficiencia en trámites, organizaciones civiles advierten sobre riesgos graves: vigilancia masiva, filtraciones y abuso de poder.
"Cualquier persona pudiera ser un sujeto de interés de un agente corrupto, de una policía sobornada o de una autoridad corrompida, y eso nos pone en un gran riesgo. En Estados Unidos, esta tecnología está siendo utilizada para la detención de personas migrantes y para la persecución de opositores", advirtió Pepe Flores, activista por los derechos humanos y director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales.
Un proyecto perseguido por 20 años
Desde el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León se intentó crear un sistema de identidad con biométricos.
Vicente Fox Quesada y Enrique Peña Nieto fracasaron en sus intentos.
Con Felipe Calderón Hinojosa, la cédula de identidad para menores avanzó, pero un millón y medio de documentos fueron destruidos.
Andrés Manuel López Obrador impulsó una Clave Única de Registro de Población con foto, pero quedó archivada; solo el Servicio de Administración Tributaria y la Secretaría de Relaciones Exteriores recabaron biométricos para pasaportes y cédulas fiscales.
Fechas clave de la implementación
Julio a diciembre de 2025: prueba piloto en Veracruz, Ciudad de México y Estado de México.
Enero 2026: inicio de la expansión nacional.
Febrero 2026: será obligatoria para todos, incluidos recién nacidos. La Clave Única de Registro de Población actual dejará de ser válida.
Cómo será la nueva Clave Única de Registro de Población biométrica
- Datos: nombre, fecha de nacimiento, sexo, lugar de nacimiento, huellas de los diez dedos, fotografía facial, escaneo de iris y firma electrónica avanzada.
- Formato: físico y digital, con código QR, foto y elementos de seguridad.
- Costo: gratuita.
- Documentos para tramitarla: acta de nacimiento certificada, identificación vigente, Clave Única de Registro de Población verificada, comprobante de domicilio y correo electrónico activo.
- Validez: sustituirá al Instituto Nacional Electoral y al pasaporte para trámites escolares, bancarios, médicos o programas sociales.
Los riesgos que encienden alarmas
Centralización total: La base de datos estará en la Plataforma Única de Identidad, controlada por la Secretaría de Gobernación.
Acceso sin orden judicial: cualquier institución pública federal, estatal o municipal podrá acceder si la Secretaría de Gobernación lo autoriza.
Privacidad comprometida: expertos temen vigilancia masiva y un historial digital de cada trámite realizado.
Ciberseguridad débil: sin autoridad autónoma que supervise el sistema.
Exclusión digital: riesgo de discriminación hacia personas sin acceso a tecnología o con discapacidades que impidan entregar biométricos.
"Se le da completa discrecionalidad a las autoridades de seguridad para buscar, identificar y conocer los patrones y las rutinas de las personas. Esto es muy riesgoso en un país donde con frecuencia las autoridades están coludidas con el crimen organizado", agregó Pepe Flores, activista por los derechos humanos y director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales.
México sigue una tendencia mundial? pero con menos candados
Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia ya usan sistemas biométricos para identificación. Sin embargo, todos han enfrentado problemas como:
- filtraciones masivas,
- exclusión social,
- errores en bases de datos,
- uso político o militar de la información.
En México, advierten activistas, la diferencia es la falta de salvaguardas legales: no existe aún una Ley de Datos Biométricos que regule su uso, manejo y protección.
El debate abierto
Para el gobierno, la Clave Única de Registro de Población biométrica es un salto tecnológico que fortalecerá el derecho a la identidad, permitirá firmar documentos en línea y depurará padrones sociales.
Para organizaciones civiles, es una puerta abierta al espionaje estatal sin contrapesos.
En febrero de 2026, cada mexicano deberá portar su nueva Clave Única de Registro de Población biométrica. La pregunta es: ¿será un escudo contra el fraude y la inseguridad? o la llave maestra para vigilar a toda la población?