Un informe de la Cámara de Diputados advirtió que diversos factores sociales, económicos y culturales están impulsando un aumento preocupante en los trastornos mentales. En México, el 14 por ciento de la población ha experimentado depresión o ansiedad en el último año.
Este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. El estrés laboral, la violencia, la pobreza, el desempleo, la inseguridad y la falta de acceso a servicios de salud mental son los principales detonantes del deterioro emocional y psicológico en el país.
Los factores que favorecen trastornos mentales en los mexicanos son:
Además de que la pandemia de COVID-19 impactó la salud emocional de las personas, no solo en México sino a nivel mundial, debido a que incrementaron los niveles de estrés, aislamiento y violencia doméstica, especialmente entre mujeres, jóvenes y adultos mayores.
Trastornos mentales, sin atención adecuada
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que en los países de ingresos bajos y medianos, más del 75 por ciento de quienes padecen trastornos mentales no reciben el tratamiento adecuado, lo que perpetúa el sufrimiento y la exclusión social.
En México, la Ley General de Salud reconoce el tema mental como un derecho y señala la necesidad de garantizar servicios accesibles y sin discriminación.
La Cámara de Diputados hizo un llamado a fortalecer las políticas públicas de prevención, atención y tratamiento de la salud mental, así como a aumentar el presupuesto destinado al sector. Actualmente, México destina menos del 2% del gasto total en salud a la atención de padecimientos mentales, cifra muy por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe concluye que la salud mental debe considerarse una prioridad nacional y propone campañas de sensibilización, capacitación para el personal médico y la integración de servicios psicológicos en los centros de salud de todo el país.