Después del desastre, abandono continuado


El paso de fenómenos naturales como terremotos, huracanes, deslaves, deja destrucción; zonas de desastre que rebasan las capacidades de los gobiernos y quienes pagan doble son las víctimas, por el paso del fenómeno y el tiempo que deben esperar para recibir atención y apoyos.


Un huracán, una inundación o cualquier otro fenómeno natural deja a su paso desastre y miles de víctimas afectadas que requieren la atención inmediata de diferentes autoridades de los tres niveles de gobierno, las cuales suelen verse rebasadas por la emergencia.


Casas y calles destruidas, infraestructura física y caminos colapsados, millonarias pérdidas materiales, pero ante todo, familias que se quedan prácticamente a la deriva, en la intemperie, sin techo, sin alimentos, sin atención médica y a merced de múltiples riesgos sanitarios...




De 2010 a 2024 ocho mil 777 personas perdieron la vida por algún fenómeno natural y miles quedaron en calidad de damnificadas.


Natalia Jacinto Mendoza vive en Tuxpan, Veracruz, fue víctima del paso del desbordamiento del río del mismo nombre, como consecuencia de las intensas lluvias registradas en octubre de 2025.


"Esto fue muy rápido ?recuerda- nos agarró el agua desprevenidos, prácticamente perdimos todo, colchones, televisión, refrigerador, estufa, nuestras camas, todo. Todo perdimos y ahora estamos entre lodo, no pudimos limpiar nuestras casas porque está lleno de lodo".


"Al tener este desbordamiento de aguas, se mezclan las aguas buenas con las malas y ya no tenemos aguas ni medio buenas ni medio malas, ya todas están contaminadas y justo hay industrias farmacéuticas ahí, todos los agroquímicos, se contaminan inclusive los cultivos", alertó Freddy Hernández, coordinador de Servicios Médicos de la Cruz Roja en la Ciudad de México y Estado de México.




A nivel federal varias dependencias intervienen ante una situación de desastre, especialmente la Secretaría de Salud, que debe atender a la población ante heridas y los riesgos sanitarios que pueden durar varios días, semanas e incluso meses después.


"Hay cosas todavía muy húmedas y eso favorece la producción de hongos y de ahí vienen también muchas infecciones respiratorias, por estos hongos a los que quedaron expuestos y que se empiecen a secar las maderas que hayan quedado muy contaminadas, dijo Freddy Hernández, coordinador de Servicios Médicos de la Cruz Roja en la Ciudad de México y Estado de México.


A esto debe agregarse la atención a la salud mental de las personas afectadas que enfrentan ansiedad, miedo, insomnio y alteraciones.


¿Quién atiende la emergencia?



Varias son las dependencias gubernamentales de los tres niveles, que deben atender las consecuencias de un fenómeno natural y el costo de esta atención depende del tamaño de los daños.


Roberto Santos, originario del municipio de Tenango de Doria, Hidalgo, recuerda cómo vivió las lluvias intensas de octubre de 2025 en aquella región, primordialmente indígena.


Al día siguiente de la tormenta, Roberto decidió tomar acción y prestar su bulldozer para apoyar en la reapertura de caminos.


Además del daño a la población civil, el impacto de fenómenos naturales deja pérdidas millonarias en la infraestructura carretera y en servicios fundamentales como la energía eléctrica, telefonía y distribución de combustibles, lo que dificulta que llegue la ayuda y establecer comunicación con las zonas afectadas...


A nivel federal, las autoridades que intervienen en una situación de desastre son las fuerzas armadas para dar apoyo a la población damnificada a través de los planes DN3-E y Plan Marina; la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes para la recuperación de caminos y las comunicaciones telefónicas y satelitales.


También la Secretaría de Bienestar, responsable de coordinar la distribución de apoyos y despensas y de levantar los censos de viviendas dañadas, la Secretaría de Educación Pública, para revisar los daños a escuelas.


Salud que debe atender a la población con heridas y los riesgos sanitarios, la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos para restituir la energía eléctrica y la distribución de combustibles, además del trabajo de empresas privadas de telecomunicaciones que apoyan con el restablecimiento de la telefonía y la señal de internet.


Al respecto, Fernando Zendejas Reyes, ex subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía, destacó la rápida respuesta que la CFE ha dado en estos casos.


"Comparativamente cuando luego ha habido huracanes en nueva york, por ejemplo, se tardan mucho más en restablecer el servicio, CFE generalmente en 72 horas ya tiene todo bien otra vez.




De 2010 a 2024 el costo total de daños provocados por las emergencias ascendió a casi 560 mil millones de pesos.


Los huracanes Alex, Karl y Mathew en 2010, Otis en 2023 y los sismos de 2017 han sido los fenómenos más costosos para las finanzas públicas, pero la atención a partir de 2020 ha sido más lenta, luego de la desaparición del Fondo de Desastres (Fonden).


Y aunque el gobierno asegura que cuenta con un fondo de aproximadamente 19 mil millones de pesos para atender emergencias, no informa los criterios sobre cómo se administra este fondo.


Mientras, la sociedad debe esperar a que llegue la ayuda.


El costo de la recuperación



La recuperación de zonas afectadas por fenómenos naturales es tardada, requiere presupuestos millonarios y una planeación que no siempre ha sido efectiva o que tarda más de lo que debería.


El desastre que dejan los fenómenos naturales va más allá del momento, se traduce en una serie de obras que requieren inversiones millonarias.




Después de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 que causaron severos daños en Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Morelos y Tlaxcala, el gobierno federal destinó 33 mil millones de pesos para el plan nacional de reconstrucción.


Ocho años después, en Ciudad de México quedan pendientes de reconstruir unas tres mil viviendas y pendientes de rehabilitación 300 inmuebles históricos, de los tres mil 269 afectados.


A un año del paso del huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, Guerrero, la inversión fue del orden de 35 mil millones de pesos para obras de reconstrucción de viviendas, hoteles, restaurantes y la infraestructura vial y carretera, así como para la rehabilitación de la red de energía eléctrica de la CFE, que por sí sola requirió ocho mil millones de pesos.


A dos años del paso de Otis, se logró la recuperación de 82 por ciento de la infraestructura hotelera, pero no hay reporte oficial de avance en la rehabilitación de las colonias populares más afectadas.


Otras acciones incluyen la atención de miles de personas con apoyos de despensas, medicamentos y enseres domésticos.


De las recientes lluvias que afectaron cinco entidades, la Secretaría del Bienestar anunció apoyos por 20 mil pesos para cada familia, aunque no dio a conocer el censo completo.


Sin embargo la cuantificación de daños tarda, porque a las afectaciones físicas, debe sumarse el impacto que los fenómenos naturales provocan en el sector agropecuario, en la industria y en las actividades económicas en general.


La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros tarda meses en reportar la atención a las pólizas de seguro, aunque la mayoría de los pequeños negocios no cuentan con uno.


Y falta trabajar, una vez más, en la prevención...


La presidenta Claudia Sheinbaum dijo que trabajarán en el fortalecimiento de los sistemas de alertamiento ante emergencias y en la actualización de los atlas de riesgo.


A la fecha, sólo 629 municipios cuentan con atlas de riesgo, apenas uno de cada cuatro y menos de la mitad fueron elaborados entre 2020 y 2025, por lo que las autoridades no tienen idea de cuáles son las amenazas que enfrentan ni cómo atenderlas, lo que eleva los niveles de riesgo para la población.


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