La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) lanzó un llamado urgente al Gobierno de México para establecer una política agrícola clara que apoye la comercialización de los productos del campo y abra una ventanilla universal de crédito.
El objetivo, explicaron, es enfrentar la crisis agrícola más grave de los últimos 30 años y recuperar la capacidad productiva del país.
De acuerdo con la organización, México produce menos del 50% de los alimentos que consume, lo que ha incrementado su dependencia del exterior. Señalaron que este problema no se debe a la falta de recursos, sino a la ausencia de políticas públicas eficaces que impulsen el desarrollo agrícola y protejan a los productores nacionales.
Desde 1994 hasta 2025, la producción de granos en México solo ha crecido un 18%, mientras que el consumo aumentó un 150%. Este desbalance, sumado al alza de costos y a la caída de los precios internacionales, ha colocado a miles de agricultores en una situación crítica. "México está perdiendo el control de lo más básico: la alimentación de la población", lamentó la UNTA en su comunicado.
El país también enfrenta un incremento histórico en las importaciones de maíz. En los primeros nueve meses del año, las compras de maíz blanco y amarillo crecieron cerca del 7%, y se estima que al cierre de 2025 alcancen 24.7 millones de toneladas, un 5% más que en 2024. Con ello, México alcanzaría un nivel récord de dependencia alimentaria.

La organización también criticó las limitaciones para acceder a financiamiento tras la desaparición de Financiera Rural. Su sustituto, los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), solo otorgan créditos a productores que demuestran poseer entre 2 y 3 veces el valor del préstamo solicitado. Según datos de la UNTA, menos del 4% de los agricultores y ganaderos del país tienen acceso a este tipo de apoyo.
Ante ello, el gremio agrícola pidió la creación de una ventanilla universal que permita acceder a créditos acompañados de seguros de cultivo y productor, así como programas de renovación de maquinaria. Aseguraron que sin estos instrumentos será imposible fortalecer el campo mexicano.
Mientras tanto, en estados como Guanajuato, productores de maíz mantienen protestas y bloqueos de carreteras y casetas para exigir un precio mínimo de 6 mil pesos por tonelada. Los campesinos reclaman una "negociación digna" y una verdadera "dignificación del campo y de la vida de cada agricultor en México".
La UNTA advirtió que si no se actúa con rapidez, el país podría enfrentar un deterioro mayor en su seguridad alimentaria y una crisis rural sin precedentes.