Durante varios días, un perro negro permaneció echado frente a un local clausurado en el centro de Culiacán.
Ahí, sin moverse, sin comer y con la mirada fija en la puerta, esperaba a su dueño, sin saber que había sido asesinado a balazos dentro del lugar. Su lealtad conmovió a decenas de personas que lo apodaron en redes sociales como el "Hachiko de Culiacán", en referencia al famoso perro japonés que esperó por años a su dueño fallecido.
El hecho ocurrió en la calle Morelos, entre Colón y Escobedo, en el corazón de la ciudad. El local, señalado como un minicasino clandestino, fue escenario de un ataque armado en el que murieron dos personas, entre ellas el dueño del perrito.
En el mismo hecho, una mujer y un payaso resultaron heridos. Tras la balacera, la Fiscalía General del Estado clausuró el sitio, dejando al pequeño animal sin refugio y sin quien lo alimentara.
Pese al abandono, el perrito se mantuvo en la entrada del lugar desde el fin de semana del ataque, fiel a la espera de su compañero humano. Su imagen comenzó a circular en redes sociales, donde muchos usuarios se solidarizaron con su historia y pidieron ayuda para él. Finalmente, una organización protectora de animales decidió actuar.
De forma anónima y por motivos de seguridad, un grupo de activistas acudió al lugar para rescatarlo. El secretario de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán, Óscar Sánchez Beltrán, informó que los rescatistas colocaron al animal en una canastilla metálica y le pusieron un bozal para poder trasladarlo, ya que presentaba síntomas de enfermedades graves.
Se desconoce cuál es el estado de salud exacto del lomito, pero los defensores aseguraron que ya se encuentra bajo atención veterinaria. Su rescate trajo alivio a quienes seguían el caso conmovidos por la imagen de un perro que, a pesar del dolor y el abandono, nunca dejó de esperar.
La historia del "Hachiko de Culiacán" no solo refleja la fidelidad incondicional de los animales, sino también la necesidad de actuar frente al maltrato y el descuido que sufren miles de ellos en todo el país. Aunque su espera terminó en tristeza, hoy este perrito tiene una nueva oportunidad gracias a la empatía de personas que no lo dejaron solo.