Por: Andrés Solis (@aasolisa)
México es un país ganadero.
Esta actividad aporta hasta 40% del Producto Interno Bruto (PIB) del sector agropecuario nacional, con ganancias anuales por 600 mil millones de pesos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Jesús Alfredo Ancheta Molina, director de Comercialización de la Unión Ganadera Regional de Sonora, dice que "la actividad ganadera en el país representa el 4.4% del PIB; en el caso de los estados exportadores es uno de los principales ingresos que tenemos con un valor superior al mercado nacional".
Según el Censo Nacional Agropecuario, la mayor producción de ganado en México la encabezan las gallinas y pollos, seguido del ganado bovino y el porcino, que sirven tanto para el consumo nacional como para la exportación.
A las casi 5.2 millones de unidades de producción pecuaria en México, que incluye la producción de todo tipo de ganado, se suman poco más de 780 mil viviendas que cuentan con crías de animales; es decir, familias que se dedican a la actividad ganadera de autoconsumo o de baja escala.
De los 4.2 millones de personas que se dedican a alguna actividad agropecuaria, conforme a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cierre de 2024 1.4 millones trabajan en el sector ganadero.
De este universo, 79% trabaja en la explotación de ganado bovino, la cría de becerros y vacas para la exportación de ganado en pie, para la producción de carne y leche, así como la de otros productos como piel, cuero y otros más.
Y es en este sector donde cuatro de cada cinco empleos son informales, por encima de la media nacional que es de 54.6 por ciento de informalidad laboral, con salarios promedio que apenas alcanzan los tres mil 180 pesos mensuales. Y lo que faltan son apoyos institucionales.
Y lo que faltan son apoyos institucionales.
Gerardo Gleasson Caram, de la Unión de Ganaderos de la Costa de Chiapas, explica que "cuando sale algún programa de gobierno sale emergente y lo siguen haciendo desde el escritorio y es por eso que cuando aterriza en el campo, muchas veces no es adecuado".
Para Ancheta Molina "como en muchas actividades pecuarias el apoyo del gobierno federal ha sido casi nulo, muy escasos los apoyos, ha estado pendiente de la actividad, pero realmente no ha habido una aportación como años anteriores, más que todo enfocada a aumentar la productividad de los pequeños ganaderos".