En la incertidumbre los murales del Centro SCOP
El futuro de los murales del Centro SCOP, en la Ciudad de México, es incierto, pues a casi cinco años del sismo del 19 de septiembre de 2017, aún no se sabe qué pasará con estas obras de arte monumentales que cubren los edificios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Tras los sismos de septiembre de 1985 y 2017, respectivamente, las instalaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sufrieron severos daños, lo mismo que varios de estos murales que cubren las fachadas de los edificios.
Daños en el Centro SCOP tras el terremoto de 1985
En 1985, algunos fueron retirados y resguardados, y más de 7 mil metros cuadrados de estos murales realizados con la técnica de mosaicos, fueron restaurados; pero tras el terremoto de 2017, los daños al complejo que albergaba la SCT se agravaron, por lo que fue desalojado.
Trabajos de restauración del Centro SCOP
En su momento, se propuso que las fachadas de los edificios se reubicaran en el que sería el Aeropuerto de Texcoco, pero al cancelarse el proyecto, este plan se desechó, y ahora el futuro para los murales realizados por los artistas: Juan O'Gorman, José Chávez Morado, Luis García Robledo, Guillermo Monroy y Arturo Estrada, es incierto.
Por una parte, las autoridades guardan hermetismo respecto al destino del Centro SCOP y sus murales; por otra, ha surgido un grupo autodenominado "En defensa del Centro SCOP", el cual pretende que este complejo de edificios se convierta en patrimonio cultural de la nación, e incluso, se construya un centro cultural en este sitio, pero lo principal, que los murales no sean trasladados a ninguna parte.
La construcción del Centro SCOP, inició en 1953, sobre la estructura que se había destinado a un hospital del IMSS; sin embargo, se decidió que este sitio fuera destinado para la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) durante el sexenio del Adolfo Ruiz Cortines, y la edificación le fue encargada al arquitecto Carlos Lazo.
SCOP en los años 60 del siglo pasado
Siguiendo con la tendencia de la época, la fachada de esta obra arquitectónica fue recubierta con murales, como en el caso de la Ciudad Universitaria que albergaría a la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también participó el artista plástico, Juan O'Gorman, pero con la diferencia de que, en este proyecto, se utilizaría la técnica de mosaico, por lo que se convierten en piezas de alto valor estético e histórico.
Para algunos interesados en la permanencia de estos murales en la colonia Narvarte de la capital del país, el rescate de este complejo es imprescindible para conservar la cotidianidad de esta zona de la Ciudad de México que, con el paso del tiempo, se convirtió en un referente y punto de socialización.
Pero el silencio de la autoridad mantiene a la expectativa a quienes quieren conservar este lugar como parte indispensable de la historia artística de México.