Aunque México logró reducir sus niveles generales de pobreza en los últimos años, persisten y en algunos casos se incrementaron las carencias sociales que afectan la calidad de vida de millones de personas.
El porcentaje de población en situación de pobreza bajó a 29.6 por ciento en 2024 frente a la proporción de 36.3 por ciento de 2022, un descenso de 6.7 puntos porcentuales, según el Inegi.
"Las personas que superaron la pobreza, muchas se pasaron a vulnerables por carencias, es decir, las personas que tienen carencias sociales ahora son más que antes, son 42 millones de personas, eso quiere decir que 11.4 millones más de personas son vulnerables por carencia", dijo en conferencia Rogelio Gómez, presidente de la ONG Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Explicó que estas personas "ya no son pobres, ya no tienen el ingreso por debajo de la línea de pobreza, pero no quiere decir que tengan garantizados los accesos más básicos a derechos sociales", porque, explicó, las carencias lo que miden "son accesos básicos", no es cumplimiento de derechos.
Dijo que cuando uno no tiene carencia, "no es que ya logró ejercer todo su derecho a la educación, a la vivienda, a la salud, sino solamente que brincó el primer umbral, el umbral de pobreza, el umbral de carencia, que es no tener el acceso más básico".
Especialistas consultados coincidieron en que el reto no solo es reducir la pobreza medida por ingresos, sino garantizar que la población pueda acceder efectivamente a derechos fundamentales, como salud, educación y vivienda digna.