En méxico, la brutalidad policial es una realidad persistente que afecta a ciudadanos de todas las edades y condiciones sociales. a pesar de las denuncias y de la indignación pública, la mayoría de estos casos quedan impunes.
Entre 2015 y 2020, se presentaron 33,750 denuncias por brutalidad policial; solo 373 fueron judicializadas y 172 concluyeron en sentencia condenatoria, lo que representa un índice de impunidad del 99.5%.