Entregan dos planteles de la UNAM, vandalizan Prepa 8
Los planteles CCH Naucalpan y la Escuela Nacional de Trabajo Social de Ciudad Universitaria fueron entregadas a las autoridades de la UNAM, luego de permanecer cerradas desde el lunes pasado.
Luego del paro estudiantil, las actividades académicas y administrativas del CCH, ubicado en el Estado de México, se reanudarán a partir de mañana, en los horarios acostumbrados.
Ambas escuelas permanecían en paro, aduciendo sus estudiantes falta de equidad de género y acoso por parte de profesores y funcionarios a compañeras.
Asimismo, las instalaciones de la Escuela Nacional de Trabajo Social de Ciudad Universitaria también fueron entregadas a la rectoría, informó la UNAM. La directora Leticia Cano Soriano reconoció las legítimas expresiones contra la violencia de género, lo que motivo el paro estudiantil, y reiteró su compromiso de seguir trabajando en la prevención, atención y acompañamiento.
Las actividades administrativas en Trabajo Social se reanudaron este mismo sábado, en tanto las académicas se normalizarán a partir del lunes 10, en los horarios acostumbrados.
También través de su cuenta de Twitter, la UNAM compartió imágenes del interior del CCH Naucalpan con el mensaje: "El plantel Naucalpan está totalmente en calma".
Se les conminó a cumplir con el acuerdo de asamblea de entregar al plantel al término de las 72 horas de paro, para poder reanudar las actividades sabatinas este sábado.
Con la entrega de dichos planteles, 11 permanecen en paro y hoy se cumplen 89 días de suspensión de actividades en esas instituciones.
Cabe destacar que la preparatoria 9 es la que más ha permanecido tomada.
El pasado viernes la Facultad de Arquitectura terminó el paro que mantenía desde el 5 de febrero, además de que autoridades recibieron las instalaciones de la Preparatoria 4, pero en el plantel ocho un grupo determinó por la fuerza mantenerlo cerrado, a pesar de que había sido entregado poco antes.
La UNAM expuso que en la Escuela Nacional Preparatoria plantel ocho Miguel E. Schulz "un reducido grupo de mujeres embozadas" determinó por la fuerza mantenerlo cerrado. Ello, a pesar de que poco antes las instalaciones fueron entregadas a las autoridades universitarias y se había programado reanudar las labores mañana en los horarios habituales.